jueves, 6 de febrero de 2020

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

La Santa Madre ha venido tan majestuosa y llena de amor. Su presencia inmaculada nos da siempre fuerza y paz. Su mirada maternal nos acompaña siempre y está atenta a nuestros pasos, para ayudarnos a cumplir siempre la voluntad de Dios. En esta noche, Ella nos dijo

¡Paz mis queridos hijos, paz!

Hijos míos, yo, vuestra Madre, estoy aquí para conduciros a Dios, porque Él desea vuestra conversión y vuestra salvación eterna.

Rezad para permanecer en el camino santo del Señor. Este camino es de mucha oración, renuncia, penitencia y arrepentimiento, en el que aprenderéis a amar y a perdonar. No te alejes de mi Corazón Inmaculado, pecando y ofendiendo a mi Hijo Jesús. Me preocupa el destino del mundo y de vuestras familias, hijos míos.

Muchas calamidades golpearán duramente a muchos de mis hijos, porque no me escuchan, son sordos y sus corazones son duros como la piedra.

Me interpongo entre vosotros y mi Hijo, para suplicarle misericordia, para que no os castigue, por la desobediencia y la ingratitud que muchos de vosotros cometéis, sin reparar. No os canséis de orar. Que la oración sea vida y luz en vuestros hogares, para que deseéis estar con Dios y seáis dignos de Sus gracias y bendiciones divinas.

Rezad, rezad y rezad. Volved a vuestros hogares con la paz de Dios. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Antes de partir, la Santa Madre nos dijo

Estad siempre preparados, en gracia de Dios, con la confesión y la comunión frecuentes.

Escuchad mis llamadas, vivid lo que os digo: es por vuestro bien, amados hijos. ¡Hasta pronto!