lunes, 15 de noviembre de 2021

Mensaje de Nuestra Señora Reina y Mensajera de la Paz, comunicado al vidente Marcos Tadeu Teixeira

¡Mi Rostro es el mayor regalo de mi Corazón para vosotros!

«Queridos hijos, hoy que celebráis aquí la revelación de mi Rostro Materno de Amor, vengo de nuevo del Cielo para deciros:

¡Mi Rostro es el mayor regalo de Mi Corazón para vosotros!

Mi Rostro de Amor es un regalo para toda la humanidad, que tanto sufre en estos tiempos de gran tribulación. A través de él, consuelo a todos Mis hijos que sufren: los enfermos, los afligidos, los desesperados, los maltratados y los perseguidos a causa de Mi Hijo y del Bien.

En Mi Rostro Materno, siempre encontraréis consuelo, aliento, alivio y toda luz para seguir adelante.

Mi Rostro de Amor es el mayor regalo para las familias en estos tiempos difíciles, en los que tantos males, vicios, malos ejemplos y tinieblas del mundo penetran en el interior de las familias a través de los medios de comunicación, destruyendo la oración y la santidad de las almas y de las familias.

Mi Rostro de Amor, pues, para las familias es luz, es presencia continua Mía y de Mi Hijo Jesús, para conducirlas siempre más a la oración, a la santidad y al amor de Dios.

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Mi Rostro de Amor es una alegría para todos mis hijos que obedecen Mis Mensajes, y por ello son perseguidos, criticados y, a menudo, apedreados por los demás. Para ellos, Mi Rostro de Amor es consuelo, fuerza, aliento y luz. Y en Mi Rostro encuentran toda la fuerza y toda la gracia para seguir adelante, sin mancilla, por el camino de la santidad y del verdadero amor a Dios.

Mi Rostro de Amor es un regalo para Mi pequeño hijo Marcos. Le di este Rostro no sólo al mundo, sino en primer lugar a él, en un momento en que sufría tanto por mí, era tan perseguido y calumniado por mí. Para consolarlo, para animarlo, para darle a él, a su corazón, la alegría de un don precioso de Mi Corazón que no he dado a casi ningún otro hijo en este mundo, porque él era muy digno de este don, de este regalo, y ya poseía demasiados méritos para que Yo le diera esta gracia.

Y me dejé, me dejé grabar, grabar exactamente en aquel momento en que di a Mi hijo Marcos el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Mi Hijo Jesús, para mostrar a toda la humanidad cuánto le amaba, cuánto le estimaba y cuán digno era ya no sólo de recibir el Cuerpo, la Sangre, el Alma, la Divinidad, de Mi Hijo Jesús vivo, sino que también era digno de poseer el tesoro de Mi verdadero Rostro Materno y, también, de Mi Hijo Jesús vivo, junto a Mí.

Así pues, Me dejé grabar, Me dejé registrar con Mi Hijo Jesús en aquel momento místico, sobrenatural y sublime, para que toda la humanidad pudiera ver cuánto amor teníamos y tenemos Mi Hijo Jesús y Yo por nuestro hijito Marcos y lo tendremos siempre. Y mientras Yo sea la Madre de Dios le amaré y no le faltará mi gracia, mi amor y mis bendiciones.

Y todo el que recurra a Mí con confianza, todo el que le ayude, todo el que le asista en la gran misión que le he encomendado, también será amado y bendecido por Mí y por Mi Hijo Jesús, y tendrá como premio, una gran recompensa, una corona de gloria en el Cielo.

Pero ¡ay de aquellos que obstaculicen o hagan sufrir a Mi hijo Marcos, que obstaculicen la gran misión que le he dado, o que le hagan sufrir! Darán severas cuentas a Mi Hijo Jesús por todo ello, y serán juzgados verdaderamente con más rigor que Sodoma y Gomorra en el Tribunal del Divino Padre Eterno.

He dado Mi Rostro de Amor a Mi hijo Marcos, para que sea para él continuamente: fuerza, luz, paz, gracia, alegría, refugio, y así seré para todos Mis hijos que honren Mi Rostro de Amor y lo veneren con gran y profundo amor.

Hoy doy una promesa más a todos los que honran el Rostro de Mi Madre: el 15 de noviembre de cada año recibirán mil bendiciones de Mi Corazón, y también el 7 y el 12 de febrero de cada año.

De este modo, derramaré los grandes torrentes de gracias de Mi Corazón sobre todos Mis amados hijos.

Mi hijito Marcos, hoy te bendigo de nuevo con amor por la película de Lourdes nº 6 que hiciste por mí, y también por el Rosario Meditado nº 239.

Sí, por estas buenas obras santas que has hecho, te doy hoy 389 bendiciones. Para mis hijos que están aquí doy ahora 528.

Y para tu padre Carlos Tadeu, por quien tú, hijo amoroso, has ofrecido durante todo el día los méritos de esta película y de los Rosarios Meditados, doy ahora 398 mil bendiciones que recibirá hoy, mañana y el próximo sábado.

Alégrate también, hijo mío Carlos Tadeu, te he dado como hijo, la única alma de la humanidad digna en estos tiempos de recibir Mi Rostro Materno de Amor con Mi Hijo Jesús Vivo.

Sí, la única digna de recibir este don, este regalo de Mi Corazón. Te di como hijo a aquel que ya en aquel tiempo, tan joven, ya poseía muchos méritos para recibir Mi Rostro de Amor con Mi Hijo Jesús vivo.

Te di esta alma, tan preciosa y valiosa y rica en méritos ante Mí y ante Mi Hijo Jesús, para que fuera tu hijo. Para que reconocieras la señal de Mi gran amor por ti, y para que comprendieras también qué gran tesoro he confiado a tu cuidado.

Y cuanto más te unas a esta alma, a este hijo con una profunda intimidad, unión, comunión de amor, sin ningún miedo ni temor, más asimilarás su llama de amor y también llegarás a ser precioso a los ojos de Mi Hijo Jesús y a Mis ojos.

Y, también, más participación en los méritos de este hijo tendrás, y más gracias a través de él recibirás también. Cuanto más unidos y cercanos a él estéis, más se os comunicarán también las copiosas gracias del Cielo que él atrae continuamente con sus méritos y la llama de amor que tiene.

Así, derramaré sobre ti las corrientes de amor de Mi Corazón.

Alégrate, porque te he dado a ti sola un tesoro tan grande, para que comprendas lo grande y preciosa que eres para el Cielo, para Mí y para Mi Hijo, y Mis ojos amorosos se han posado en ti para darte un regalo de gran valor, un regalo de Mi Rostro de Amor.

A ti y a todos Mis hijos os pido: Continuad rezando el Rosario todos los días, haced un septenario extra este mes que debéis comenzar el día 18. Volved a hacer el septenario número 6, para que entonces, podáis comprender verdaderamente las grandes gracias que Mi Corazón quiere derramar sobre todos vosotros.

Os bendigo a todos con amor: desde Lourdes, desde Pontmain y desde Jacareí.

(Marcos): «Sí, lo haré...

Hasta pronto, Madre».

Ver también Mensaje del 17.11.2019

Cenáculos del 14 y 15 de noviembre de 2021