Mensajes a Edson Glauber en Itapiranga AM, Brasil

 

miércoles, 6 de mayo de 2020

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

 

¡Paz a tu corazón!

Hijo mío, vengo a ti para hablarte del gran amor de Dios que es ultrajado, rechazado y olvidado.

Muchos de mis hijos han desterrado a Dios de sus vidas, ya no le adoran y no le reconocen como Señor de sus vidas.

La ceguera espiritual es tan grande que muchos son insensibles y han cerrado su corazón al Señor, y son sordos a su llamada.

La Santa Iglesia está atravesando su momento más doloroso y terrible, siendo atacada, combatida y silenciada. Pero el mayor peligro no viene de fuera, sino de los que están dentro de ella, metidos en su seno para reducirla a la nada, dejando a muchos fieles sin alimento divino, sin luz y sin esperanza, para que se desvanezcan en su fe.

Ay de los que permiten que la Santa Madre Iglesia sea oscurecida y sometida a leyes inicuas, contrarias a las órdenes Divinas y a las enseñanzas del Señor.

Ay de los que no se preocupan por el honor y la gloria de Dios y piensan más en sí mismos, queriendo salvar su propia vida. Se preocupan por salvar sus cuerpos, pero sus almas son más negras que el carbón. Hablan de obediencia, pero la obediencia mundana que viene de los hombres, en vez de la obediencia divina que viene de Dios.

Muchos están siendo tamizados. Dios, en Su infinita sabiduría, siembra a los malvados y hace que la rueda pase por encima de ellos (Prov. 20:26).

Dios está mostrando a muchos la realidad de sus propias almas ante Él: los que tienen fe y creen, y los que no la tienen y son incrédulos, porque vivían sólo de las apariencias.

Los que no tienen fe y no viven de acuerdo con ella carecen de una dirección segura en sus vidas, porque es la fe la que guía al alma al puerto seguro de la salvación, la que conduce al cielo.

Cuántas almas vacías, sin luz, sin base segura, insensatas, que construyeron su casa sobre la arena, llenas de las vanas ilusiones del mundo y de pensamientos ideológicos y filosóficos contrarios a las enseñanzas de mi Divino Hijo, en lugar de haberla edificado sobre la roca sólida y segura de la fe.

«El que no crea será condenado», son las palabras que mi Divino Hijo dijo a todos los que se negaran a acoger sus extraordinarias y santas enseñanzas que divinizan a los hombres.

Quien se niega a creer, rechaza a Dios mismo y su amor, y no puede merecer su bendición ni participar en los beneficios de sus gracias y gloria.

Quien cree participa en el misterio de amor y unión del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, que comunica a las almas sus dones y sus frutos que las embellecen, santifican y perfeccionan cada vez más.

Sé fiel y obediente al Señor y muchos serán los testigos de sus maravillas y prodigios en favor de su pueblo, pues el Señor es el Dios de los vivos y no de los muertos, ya que todos viven para él. Quédate con mi paz y mi amor.

¡Os bendigo!

Orígenes:

➥ SantuarioDeItapiranga.com.br

➥ Itapiranga0205.blogspot.com

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