Mensajes a Edson Glauber en Itapiranga AM, Brasil

 

domingo, 27 de octubre de 2019

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

 

Antes de la aparición, oí una voz que resonaba con fuerza, como un trueno, que decía tres veces

Basta!... ¡Basta!... ¡Basta!...

Hubo un silencio, y justo entonces llegó la Sagrada Familia: Nuestra Señora y San José, que llevaban al Niño Jesús, que estaba entre ellos dos sobre una nube. Parecía tener entre tres y cuatro años. Nuestra Señora dijo

¡Paz mis amados hijos, paz!

Hijos míos, yo vuestra Madre, os pido: dejad de pecar, sed obedientes a Dios, cambiad de vida y renunciad al mundo para merecer el cielo.

El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo están muy ofendidos por la desobediencia de los hombres y mujeres que no escuchan la llamada que les hago en su nombre.

El Señor está indignado e indignado por la falta de fe de muchos cardenales, obispos y sacerdotes que ya no saben ser luz para las almas, porque están corrompidos por los errores y pecados que les ofrece el mundo.

Mi Corazón está ofendido, por la indiferencia y la dureza de los corazones hacia el amor de mi Hijo Jesús. No os apartéis del amor de mi Hijo. Su amor libera y salva vuestras almas de las tinieblas y de todo mal.

Pedid la misericordia divina para el mundo pecador, de lo contrario será castigado terriblemente y muchos lugares desaparecerán de una vez por todas de la faz de la tierra.

Llevo mucho tiempo llamándoos a Dios, pero muchos de vosotros no habéis querido creer en mis palabras maternales, no habéis querido aceptar la gracia que Dios os ofrece a través de mi presencia maternal. Es mi intercesión, ante el Trono Divino, la que sigue impidiendo que grandes calamidades se abatan sobre el mundo de forma dolorosa y terrible. Luchad por el reino de los cielos. Luchad por ser de Dios. No os apartéis del Señor. Pide la intercesión de mi Esposo José. Él te ayudará a ser del Señor y a cumplir la voluntad divina. San José, mi castísimo Esposo, os alcanza hoy grandes gracias y bendiciones. Consagraos diariamente a nuestros tres Sagrados Corazones, vosotros y vuestras familias, y seréis protegidos contra todo mal.

Hijos, no neguéis mis palabras de Madre. Escuchadme. Sed de Dios, y la conversión y la salvación llegarán y entrarán en vuestras vidas y en vuestras familias. Os amo y os bendigo. Volved a vuestros hogares con la paz de Dios. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

El mensaje que me dio San José fue personal, para mí, y luego me habló del secreto relacionado con la Santa Iglesia. Él, como Protector de la Santa Iglesia, ha venido por orden de Dios a interceder para que se evite un gran mal que podría conducir a muchas almas a la condenación eterna. Recemos, recemos, recemos».

Orígenes:

➥ SantuarioDeItapiranga.com.br

➥ Itapiranga0205.blogspot.com

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