miércoles, 30 de marzo de 2011

Miércoles, 30 de marzo de 2011

Miércoles, 30 de marzo de 2011:

Jesús dijo: “Mi gente, os presento los Dos Grandes Mandamientos. Debéis amar al Señor vuestro Dios con toda vuestra mente, corazón y alma, y debéis amar a vuestro prójimo como a vosotros mismos. Estas son las leyes del amor que he traído a cumplimiento. Amo a todos los pueblos tanto que traje el Reino de Dios a la tierra por Mi Presencia. He ofrecido Mi vida como un sacrificio supremo por el rescate de todas las almas de la humanidad. Estoy con vosotros todos los días en Mi Santísimo Sacramento hasta el fin de los tiempos. En esta visión veis cómo el Antiguo y Nuevo Testamento se unen como uno solo. Quiero que Mi gente ame a todos, incluso a vuestros enemigos que os persiguen porque cada persona está hecha a Mi imagen y semejanza. Cuando vengáis a Mí en el juicio, os preguntaré si Me amasteis porque estoy presente a través del Espíritu Santo en cada persona. Si alimentasteis, vestisteis y hospedasteis al más pequeño de Mi gente, entonces lo hicisteis por Mí en ellos. Pero si os negasteis a ayudar al más pequeño de Mis pequeños, entonces os negasteis a ayudarme en ellos. Os juzgaré por vuestras acciones de amor hacia Mí y vuestro amor por vuestro prójimo.”

María dijo: “Mis queridos hijos, habéis oído a Mi Hijo deciros que pidáis al maestro de la cosecha que envíe más trabajadores a la viña. Tanto los sacerdotes como las monjas necesitan nuevas entradas en sus órdenes. Es importante proporcionar un terreno fértil para nuevas vocaciones a esta Orden Carmelita. De hecho, hay muchas distracciones que alejan a la gente de la vida religiosa. Necesitáis oración y ayuno para estas intenciones. También necesitáis un medio para invitar a la gente a ver de qué se trata esta vida para que tengan el tiempo de ver si esta vida es su vocación. La Adoración del Santísimo Sacramento es el mejor ambiente para las vocaciones, pero incluso esto requiere gente fiel que lo apoye. Repartir literatura en las iglesias también puede ayudar a la gente a pensar más en las vocaciones religiosas. No os desaniméis en la búsqueda de vocaciones, sino confiad en la ayuda del cielo de Mi Hijo para ayudaros.”