Mensajes para John Leary en Rochester NY, EEUU
martes, 29 de marzo de 2011
Martes, 29 de marzo de 2011

Martes, 29 de marzo de 2011:
Jesús dijo: “Mi gente, en la visión este gran muro representa la forma en que algunas personas se separan de Mí debido a la culpa de sus pecados. Me ves tocando a la puerta en la visión. Podrías abrir la puerta para que entre en tu corazón y alma. No me impongo a ninguna alma, y no puedo entrar para compartir Mi amor y perdón a menos que la puerta se abra desde adentro. Llama y te responderé, pide y recibirás. Incluso mientras respondo a tus peticiones, espero que respondas con amor a Mis peticiones también. El Evangelio de hoy trata sobre perdonar a las personas, incluso setenta veces siete veces por cualquier daño o insulto que te hayan hecho. Te di los cuatro tipos de perdón asociados con Mi sacramento de la Penitencia. El primero es buscar Mi perdón por tus pecados cuando eres absuelto en la Confesión. El segundo es cuando te llaman a pedir perdón a otros por cualquier daño físico o por el daño hecho a su reputación. El tercer tipo es ser capaz de perdonar a otros que te hayan dañado de alguna manera. Esto también significa no guardar rencores contra las personas. El cuarto tipo de perdón es ser capaz de perdonarte a ti mismo. Después de la absolución de tus pecados, deja todas estas cosas atrás y déjalas ir. Si retienes alguna culpa, podrías causar algunas enfermedades mentales, o permitir que el diablo te arroje tus fallas para hacerte tener una mala opinión de ti mismo. Si permites esto, podrías crecer en depresión o recurrir a las drogas y el alcohol. Deja ir tus pecados y ven a Mí en la Comunión para sanar las heridas de tus pecados por Mi gracia y amor.”
Jesús dijo: “Mi gente, estás obligado por Mi oración del ‘Padre Nuestro’ a perdonar a los demás como Yo te perdono a ti. Esto se hizo aún más responsable con el Evangelio del Maestro y el deudor que no perdonaba a su compañero siervo. Es muy difícil ser capaz de perdonar a alguien que te ha maltratado debido a la justicia del hombre. Esta visión recuerda a una mujer que conocías que fue a su tumba por cáncer, pero no pudo perdonar a sus familiares por venir a verla solo para intentar obtener dinero de su testamento. A los ojos del hombre, ella podría haber estado justificada, pero a Mis ojos todavía necesitas perdonar a tu prójimo. Te dio un mensaje de que tuvo que sufrir en el purgatorio por este pecado de no poder perdonar a sus familiares cuando murió. Toma esto como una lección de que necesitas amar a todos, y no vayas a tu tumba con rencores u odio hacia nadie en tu alma. Recuerda cómo les dije a las personas que vayan a enmendar con su prójimo, y luego traigan su ofrenda al altar en la Misa. Al perdonar a tu prójimo todo el tiempo por cualquier falta, sufrirás menos en el purgatorio.”
Origen: ➥ www.johnleary.com
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