Mensajes a María para La Divina Preparación de los Corazones, Alemania

 

martes, 29 de octubre de 2019

¡Di a los niños que recen mucho en la noche de Halloween!

- Mensaje nº 1226 -

 

La banalización es uno de los mayores peligros

¡de vuestros tiempos modernos!

Hija mía. Hija mía. Yo, tu Jesús de la Cruz, sufro mucho. La apostasía en vuestro mundo es grande, muy grande, y el cisma, la escisión, en Mi Iglesia, vuestra Iglesia católica, se hace ahora cada vez más visible. Se están produciendo las revelaciones de Juan y de otros enviados por Mí, por tu Jesús, videntes, visionarios (de visión, no de tu mundo material) y profetas. Vuestro mundo está patas arriba, vuestra política es como un tiovivo en la feria: gira en círculos sin mover nada positivo, corta la euforia de sus partidarios, que pronto tienen que darse cuenta de que no se mueve nada positivo, impotencia, porque los problemas no se eliminan, el tiovivo gira y gira, pero se ignora lo que realmente ocurre, y vuestros problemas por el tiovivo que gira eternamente sólo empeoran, se hacen más grandes y ya no son manejables. Los que van en él sólo se ven a sí mismos, los que están fuera sacuden la cabeza ante tanta insensatez y acciones erróneas. Tu mundo está al revés, hija Mía, y Yo, tu Jesús sufro, sufro, sufro.

¿No veis vuestra aberración, amados hijos que sois? ¿No veis la locura que hace estragos en vuestro mundo? ¡Estáis recortados para ser egoístas y no os dais cuenta del yo-pensamiento que se arrastra, pero que crece sin cesar! ¡Tú eres quién! ¡Tú puedes! ¡Eres tolerante! ¡Puedes hacerlo todo! Sólo que, a decir verdad, ya no te está permitido hacerlo. Aferrarte a tus tradiciones eclesiásticas, ¡sólo te está permitido hasta cierto punto! Aferraros a vuestros valores, a vuestra moral y, posiblemente, proclamar que os sellan a los de fuera, a los racistas, a los «intolerantes».

Niños, vuestro mundo está patas arriba, y si no os levantáis y hacéis algo al respecto, sólo irá a peor.

Hijos míos. Mis queridos hijos. ¡Vuestra oración ayuda a cambiar el mundo en el que vivís! ¡Tu oración mueve! Te mantiene en la fe en Mí, en tu Jesús, ¡y te hace conocer la verdad cuando la pides en la oración!

El demonio sólo tiene un objetivo en mente, y con todos los medios del arte, la astucia, la mentira, el engaño, la hipocresía -la lista es larga, hijos míos, muy larga- os seduce, y vosotros lo permitís por bienestar, por tibieza, por complacencia -¡también aquí la lista es larga, amados hijos que sois-! Cada día estáis expuestos a sus seducciones, a sus hipocresías, a sus halagos, a sus «paquetes de tolerancia», etc., y cada vez más niños caen bajo su hechizo.

La banalización es uno de los mayores peligros de vuestro tiempo actual, y la encontráis en las fiestas, en los actos morales y en muchas nimiedades de vuestra vida cotidiana. ¡No os rebajéis a ese nivel y aferraos a los valores y a la moral! La virtud es un bien que debéis conservar, sí DEBÉIS(!), Mis amados hijos que sois. La virtud os abre las puertas hacia Mí, hacia vuestro Jesús, os abre el Reino de los Cielos para que podáis volver a casa con el Padre, pero el demonio hace todo lo posible para que esto no ocurra. Así os miente, os engaña y os ilusiona, y muchísimos hijos caen en sus trampas, porque no conservan sus virtudes, ni se aferran a la moral y a los valores.

No cedáis, amados hijos que sois, sino dad la espalda al mundo de la inmoralidad, el egoísmo y las apariencias. Reflexionad sobre lo esencial y encontrad el camino de vuelta a la oración , amados hijos que sois. ¡Sólo en la oración permanecéis fuertes y firmes! ¡Sólo la oración, la oración de todos vosotros, mantiene a raya el mal! ¡Quien no reza pronto se perderá, así que rezad, rezad, rezad, amados hijos que sois! El diablo no conseguirá su objetivo si rezáis, hijos míos, porque la oración es más fuerte , pero debéis rezar, amados hijos, debéis rezar.

El Padre sigue reteniendo Su mano. ¡Los desastres medioambientales son sólo una parte de lo que se avecina si no os arrepentís y rezáis! La mano castigadora del Padre golpeará donde el pecado es mayor, hijos Míos, y en partes de vuestro mundo ya lo estáis sintiendo a «pequeña» escala. Yo, vuestro Jesús, digo y subrayo Pequeña, porque allí donde la mano del Padre golpea, sin freno y en toda su extensión, allí las catástrofes alcanzarán una magnitud que no podrá ser salvada por el trabajo de las manos humanas.

¡Así que convertíos, hijos amados que sois! ¡Reconoced vuestros errores y no corráis ciegamente tras los «por lo tanto» (de la política y de la Iglesia)! Ved lo que está «mal» en todas partes de vuestro mundo y en todos los ámbitos de vuestra vida cotidiana, ¡y rezad para que los que yerran entren en razón y claridad! Sólo Mi Espíritu Santo puede ayudar, pero debéis rezar, amados hijos que sois, por ellos y por vosotros mismos, para que no caigáis en el pecado, ni en el error, y permanezcáis fieles a Mí, vuestro Jesús, hasta el final.

Vuestra oración es el arma más fuerte que tenéis. Así que usadla, hijos Míos, usad la oración. Amén.

Yo, vuestro Jesús, os quiero mucho. Venid a Mí y pedídmelo. Ayudaré a todos Mis hijos. Amén.

Tráeme a los pecadores de tu mundo para que Yo pueda convertirlos. El que reza por los pecadores planta la semilla de la conversión. Amén.

Tráeme a los jóvenes. Ellos son los más afectados por la apostasía. Amén.

Con profundo amor,

Tu Jesús.

Este es un mensaje público, hija Mía. Di a los niños que recen mucho en la noche de Halloween. Amén. Ahora vete.

Origen: ➥ DieVorbereitung.de

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