martes, 11 de junio de 2019

¡No bloquees tu propio camino hacia la gloria!

- Mensaje nº 1219 -

Hija mía. Mi querido hijo. Yo, tu Madre del Cielo y tuya, quiero decirte hoy lo siguiente a ti y a vosotros, Mis queridos hijos:

Mi Hijo, tu Jesús, sufrió por ti y sigue sufriendo, sufriendo aún por ti. Tomó la pesada cruz por vosotros para abriros las puertas del Reino de los Cielos, hijos Míos. Por esto Él, que no tiene pecado, murió en la cruz, hijos Míos, Por vosotros Él, que es Santo y sin pecado, murió en la cruz.

Así que honrad a Mi Hijo, amad a Aquel que dio Su vida por vosotros, amados hijos que sois, y preparaos para Él, para vuestro Jesús, porque sólo a través de Él llegaréis a las puertas del Reino de los Cielos, sólo a través de Él obtendréis la vida eterna en el Reino de los Cielos, sólo a través de Él llegaréis al Padre, y sólo a través de Él seréis elevados al Nuevo Reino.

Preparaos, Mis queridos hijos que sois, porque un alma, un hombre, que no da su Sí a Jesús, Él no puede venir en su ayuda, pues Su voluntad se interpone en el camino para Su salvación, Su redención y la vida eterna en el Reino del Padre, el Altísimo.

Así que vuelve atrás y prepárate, porque un alma no preparada lo pasará mal y le sobrevendrá mucha pena, sufrimiento y tormento.

No bloqueéis vuestro propio camino hacia la gloria, sino preparaos para Jesús, vuestro amoroso y misericordioso Salvador, que vendrá en gloria, y ese momento está cerca, muy cerca.

Así que preparaos, amados hijos que sois, Yo, vuestra Madre del Cielo y Madre de la Salvación, os llamo al arrepentimiento y a la preparación para que no os perdáis.

Arrepentíos y preparaos. Rezad y pedid que se os ayude , porque no os queda mucho tiempo, y todo vendrá golpe a golpe . Amén.

Quien ruegue al cielo será escuchado. Obtendrá ayuda , porque Dios Padre le envía Sus ayudantes celestiales, para su conversión, para su preparación. Amén.

Te quiero mucho.

Tu Madre del Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la salvación. Amén.

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Jesús de la Cruz: Mi camino de sufrimiento fue difícil, y lo sigue siendo. Hasta el último de los días no dejaré de luchar por y para Mis hijos, en el sufrimiento, en el dolor, en la misericordia y en las lágrimas, porque os amo a cada uno de vosotros, hijos Míos.