Mensajes a María para La Divina Preparación de los Corazones, Alemania
miércoles, 3 de diciembre de 2014
¡No permitas que la Sagrada Eucaristía sea profanada o incluso arrebatada de ti!
- Mensaje nº 767 -

Hija mía. Mi querida hija. Siéntate Conmigo y escucha lo que Yo, tu amorosa Madre del Cielo, quiero decir hoy a los hijos de la tierra: Ahora encended la luz que brilla en vuestro interior, pues los ataques del maligno son fuertes, y Mi Hijo «amenaza con destruirlo», pero sólo podrá hacerlo en la medida en que profane vuestras iglesias, profane vuestros santuarios, haga retirar vuestras estatuas y reliquias santas, y haga que su culto se lleve a cabo en vuestras celebraciones de la Misa , pues Mi Hijo nunca pasará, como Dios Padre nunca pasa, pues: Dios es Todopoderoso, es el Creador del Cielo y de la Tierra y de todo ser, es el Principio y la Eternidad como lo es Su Hijo que estará eternamente con vosotros, pues fue enviado para todos vosotros por el Padre para la redención y la vuelta a casa, pero depende de vosotros aceptarle, reconocerle y profesarle, pues tú también has sido creado para la eternidad, y en la eternidad «vivirás», pero tú decides si con el Padre y el Hijo y el Espíritu Santo o en cautividad del demonio, que ahora pronto será derrotado por Jesús y las Huestes Celestiales del Padre.
Hijos míos. Dejad que brille ahora vuestra luz, que el Señor ha depositado en vosotros, y apegaos a vuestro Jesús. Él es el camino, la luz y el amor. Así que ahora defended Sus «legados» aquí en la tierra y ¡celebrad la Santa Misa como Él os enseñó! ¡No permitas que la Santa Eucaristía sea profanada o incluso arrebatada de ti! Jesús es Santo, y vive «entre» vosotros, porque Su Luz arde en cada uno de vosotros, y Su Santo Cuerpo y Sangre se os dan en cada celebración de la Misa.
Así pues, ¡celebra ahora tu Navidad íntimamente y llena de alegría en Él, en tu Mesías, pues el Señor nació para ti, para tu redención y la de tu mundo! ¡Honradle! Alabad al Padre, pues es por Su amor inconmensurable por lo que os envió a Su Hijo, para que el pecado sea redimido* y podáis volver a casa, puros y llenos de alegría hacia Él, Padre y Creador de vuestro ser y de todo ser. Amén.
Con profundo y agradecido amor, tu Madre del Cielo.
Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la salvación. Amén.
* Nota: en el sentido de «el pecado es desterrado» .
Origen: ➥ DieVorbereitung.de
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