sábado, 29 de noviembre de 2014

¡En la gloria de esta fiesta tan maravillosa!

- Mensaje nº 763 -

Hija mía. Mi querido hijo. Di lo siguiente a los niños del mundo de hoy: Tenéis que encontrar el camino hacia Jesús para no perderos entre los malvados y para «vivir» este último tiempo con paz en el corazón, porque lo que viene será difícil e injusto, ¡pero el que está con Jesús no perderá la paz!

Hijos míos. ¡Aprovechad esta Navidad y acercaos mucho a Jesús! Sus Santos Ángeles y Él están entre vosotros, ¡pero debéis estar preparados para recibirlos! Debéis dar vuestro Sí a Jesús y confiar plenamente en Él.

En Su nacimiento estaban presentes todos los Santos Ángeles del Padre. Algunos pudieron verlos, otros adivinarlos, pero la mayoría sólo vio a Jesús y a Mí, tu Santa Madre del Cielo, con José y los animales. Nacido en un establo se convirtió en Salvador del mundo. Hijo de Dios y aún hombre al mismo tiempo. Murió en la cruz por todos vosotros para redimir Vuestros pecados y allanaros el camino hacia el Padre.

Hijos míos. Recibe a Jesús digno y puro de pecado . Confesaos, expiad, arrepentíos, pues os ha nacido Mi Hijo, vuestro Salvador, y pronto celebraréis esta fiesta. Aprovechad este tiempo, que es santo, y entrad en profunda oración. Se os conceden muchas gracias, pero debéis estar preparados para ellas. Los ángeles del Padre están preparados, y con amor y bendiciones os colmarán, pues el Padre les dijo que lo hicieran, pero sólo a los que sean puros y dignos.

Hijos míos. Dejaos bendecir con estas gracias gloriosas en este tiempo glorioso. Es único, vuestro tiempo de Navidad, porque el Señor os ha nacido. Así que recibidle dignamente y con amor en vuestro corazón, porque sólo quien celebre la Navidad con amor experimentará la gloria y el esplendor del Señor. Él será exaltado en el corazón que se alegrará y regocijará, y se sentirá feliz y conmovido, «encantado» (como vosotros lo llamáis) por y en la gloria de esta fiesta tan maravillosa.

Hijos míos. Confiesa a Jesús, ¡y todo irá bien! Todas vuestras preocupaciones desaparecerán, y las cargas que tenéis que llevar se volverán ligeras.

Hijos míos. Jesús es vuestro camino hacia la eternidad, así que corred hacia Él y dejaos caer en Sus brazos sanadores. Él os curará todas las heridas, y la paz volverá a vosotros.

Hijos míos. Seréis alegres y felices, ligeros y llenos de gozo, ¡porque el amor con el que Mi Hijo os dará es único y pleno! Es Divino, porque Mi Hijo es Divino. Amén.

Con profundo amor os bendigo y deseo que celebréis esta fiesta en íntimo amor y profunda alegría por Mi Hijo.

Vuestra Madre del Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Redención. Amén.