miércoles, 26 de febrero de 2014

¡Rezad!

- Mensaje nº 458 -

Hija mía. Mi querida hija. Siéntate Conmigo, hija Mía, y escucha lo que Yo, Jesucristo, tu Salvador, tengo que decir a los hijos de la tierra: Mi sufrimiento no pasará hasta que hasta la última alma Me haya encontrado, así que os pido, Mis tan amados hijos: rezad por todas las almas perdidas, para que reconozcan la luz del Padre, sientan el amor de su Creador y se encienda la esperanza en sus corazones.

Rezad para que el Espíritu Santo las conduzca hacia Mí, para que Yo pueda sanarlas y elevarlas junto con Mis hijos fieles cuando llegue el día para ello.

Rezad, hijos Míos, rezad, porque vuestra oración alivia el dolor de Mi Corazón Salvador que sufre.

Rezad para que Todos los hijos encuentren el camino hacia Mí y puedan desprenderse y apartarse del propio mal, que actualmente domina su alma.

Cada niño que encuentra a Mí, automáticamente atrae a otros con él. De este modo, el círculo de conversos se hace cada vez más grande y Mi corazón sufriente se llena de esperanza y alegría.

He aquí una oración que te ruego reces por los niños perdidos de esta tierra:

Oración nº: 33: Oración por la iluminación y el desprendimiento del mal de las almas alejadas de Dios.

Oh Dios mío, mi Padre bondadoso. Lleva la luz a los corazones de todos Tus hijos. Ilumínalos para que conozcan el camino hacia Ti. Ámalos tanto que este amor los inunde y comiencen a anhelarte cada vez más. Luego envíales Tu Espíritu Santo para que les saque de toda oscuridad.

Dales la fuerza para encomendarse a Jesús, para amarle y seguirle. Sepáralos de todo mal y corta Tú, Santo Arcángel Miguel, todas las cuerdas que conectan con el mal. Derrama en ellos Tu claridad, Espíritu Santo, y llénalos de esperanza y alegría divinas.

Señor, recíbelos entre Tus discípulos y muéstrales el camino que Dios Padre eligió para ellos.

Amén.

Hija mía. Esta oración es muy poderosa. Dila con fe y esperanza, y beneficiará a miles de almas.

Te amo, hija Mía. Haz que esto se sepa.

Con el amor más íntimo, tu Jesús.

Reza/t, hija Mía, reza/t.