miércoles, 19 de febrero de 2014

¡Arrodíllate en adoración!

- Mensaje nº 449 -

Hija mía. Mi querida hija. Siéntate Conmigo, hija Mía, y escucha lo que Yo, tu Padre del Cielo, con Jesús y la Madre María, quiero decirte hoy: Quien no se convierta, quien no se arrepienta, quien persista en la falsa felicidad, en el mundo ilusorio, en el mundo de las sombras y lejos de Mí y de Mi Hijo, que sepa que todo esto llegará pronto a su fin, pues Mi Hijo está dispuesto, por Mí y por vosotros, y cumplirá Mi voluntad, pues todo el sufrimiento que os infligís a vosotros mismos, y especialmente el sufrimiento que hacéis a vuestros semejantes, Yo, vuestro Padre Todopoderoso, le pondré fin, y sólo elevaré al que sea sincero, honesto, amoroso y se esfuerce (por vivir según Mi voluntad).

Pero castigaré a todos los demás, y a quien siga oponiéndose a Mí y a Mi Hijo, a quien no reconozca a Nuestra Santa Madre María por lo que es, infligiéndole sufrimiento y vergüenza y deshonra, que se le diga que le espera el diablo, y nada de suplicar, nada de pedir, nada le salvará del infierno, cuando tome conciencia de la morada que se le concederá por sus obras y su incredulidad, porque no quiso escuchar Mi palabra, no quiso aceptar Mi ayuda, no quiso tener a Mi Hijo con él y no quiso tener a Su Madre María como madre.

Da media vuelta antes de que los castigos sean mayores. Mi Hijo está preparado y vendrá, y cuando le veáis, reconocedle, caed de rodillas en adoración.

Yo, vuestro Santo Padre del Cielo, Creador de todos los hijos de Dios, os concedo todavía esta oportunidad. Pero quien prefiera permanecer ciego y sordo, pensando en sí mismo y en su ventaja y cayendo en las trampas del demonio, que sepa que no alcanzará el Reino de Mi Hijo. Amén. Que así sea.

Con profundo amor.

Tu Padre del Cielo.

Hijo mío. Haz que esto se sepa. Gracias.