miércoles, 4 de diciembre de 2013

¡Involúcrate completamente Conmigo esta Navidad!

- Mensaje nº 362 -

Hija mía. Mi querido hijo. Vuelve a Nosotros plenamente y déjate caer en Mis Santos brazos. Tú llevas el dolor del mundo en estos días. No desesperes. Este estado no durará mucho.

Hija Mía. Todo es como debe ser. Confía. Y disfruta de tu tiempo juntos lejos de lo mundano. Vuestro tiempo será hermoso, y será cada vez más hermoso para todos Nuestros hijos que Nos aman, viven con Nosotros y son fieles incluso en estos tiempos difíciles y tan superficiales.

Hijos míos. Mis queridos hijos. Yo, vuestro Jesús, ahora vengo pronto, y grande será el asombro de aquellos que no se han preparado para Mí. Pero todos Nuestros amados hijos tendrán entonces todavía la última oportunidad de unirse a Mí, y grande será también la alegría en sus corazones.

Pero aquellos que continúen rechazándome, me den la espalda y corran tras el adversario, a estos hijos no podré llevarlos Conmigo al Nuevo Mundo, porque cierran sus corazones y no son dignos de experimentar las glorias del Padre. Pero los que Me den su Sí entrarán Conmigo en este Nuevo Mundo y felices, pacíficos y realizados vivirán allí Conmigo.

No habrá más luchas entre ellos, pues entonces el demonio será vencido por Mí, por vuestro Jesús, y mil años estará encadenado en el lago de fuego. Pero a los que Me negaron su Sí, se los llevará consigo y descargará sobre ellos su poder maligno en rabia y angustia, en sufrimiento y tormento.

Hijos míos. No es demasiado tarde. Venid todos a Mí, a vuestro Jesús, y grandes serán también los milagros en vuestra vida. Vuestro corazón se volverá ligero y alegre, porque aquel que Me confiese, que se entregue a Mí y entregue su vida, Yo cuidaré de él, aquí y en el Nuevo Mundo.

Hijos míos. Convertíos y entregaos completamente a Mí en esta Navidad. ¡Volveos hacia vuestro interior! ¡Reflexionad! Y disfrutad de estos días maravillosamente santos para estar verdaderamente Conmigo, vuestro Jesús.

Os amo. Preparaos para Mí.

Vuestro Jesús amoroso.

Salvador de todos los hijos de Dios.