martes, 9 de julio de 2013

Arrepiéntete y arrepiéntete de tus actos pecaminosos, ¡y luego ven a los brazos de Mi Santo Padre!

- Mensaje nº 198 -

Hija mía. Mi querido hijo. Yo, tu Madre del Cielo, quiero decirte hoy, a ti y a todos Nuestros hijos, que el tiempo, tal como lo conoces ahora, está llegando a su fin y que sólo aquellos que sean puros de corazón serán llevados a la Nueva Eternidad, es decir, al Nuevo Paraíso creado por Dios, Nuestro Padre amoroso, para que todos Sus hijos vivan juntos en armonía, amor, seguridad y felicidad.

Allí, donde el cielo y la tierra se hacen uno, vuestra alma vivirá en perfecta felicidad y satisfacción. Seréis verdaderos hijos de Dios, es decir, por fin podréis vivir vuestro amor, que se da a todo hijo de Dios, y estaréis bien.

La vida será maravillosa para vosotros, allí donde el cielo se funde con la tierra, pues la malicia y el odio, la pena y el sufrimiento, no existirán allí. Por eso, Mis hijos tan amados, purificaos y arrepentíos de vuestros pecados, preparad vuestra alma para este tiempo maravilloso, porque cuando Jesús venga, en lo alto del cielo, debéis estar preparados para Él y vuestros corazones puros.

Que así sea.

Vuestra amorosa Madre del Cielo. Madre de todos los hijos de Dios.

"Hija mía. Hija mía. Yo, tu Padre del Cielo, ¡me alegro del regreso de todos Mis hijos en este gran día! ¡Pero sólo aquellos de vosotros que os hayáis preparado podréis entrar en Mi nuevo mundo creado para vosotros!

La Nueva Jerusalén os espera, preparad, pues, vuestra alma. Arrepentíos y arrepentíos de vuestras acciones pecaminosas, ¡y luego venid a los brazos de Mi Santo Padre!

¡Amo a todos Mis hijos! Os espero a cada uno de vosotros, y quiero estrechar a cada uno de vosotros contra el Corazón de Mi Santo Padre, tanto os amo, no importa lo perdidos que estéis y por qué caminos hayáis ido.

Si os arrepentís y os liberáis verdaderamente del pecado, entonces, Mis hijos tan amados, os abrazaré con Mi amor, os colmaré de Mis dones y os daré una vida de gloria eterna, ¡así os amo!

¡Volved todos a Mí, vuestro Padre y Creador del Cielo!

Os espero con todo Mi amor, Mis bendiciones y ¡espero con impaciencia este hermoso momento!

Os amo. A cada uno de vosotros.

Vuestro Padre que está en los Cielos con Jesús".

"Amén, os digo esto: Quien no honre a Mi Padre no será digno de entrar en Mi Reino.

Quien no Me dé su Sí, no podré tomarle.

Utilizad vuestro libre albedrío y salvaos, hijos Míos tan amados por Mí, pero ¡ay de aquel que se oponga a Mí! Su alma se perderá, sufriendo los tormentos del infierno por toda la eternidad.

Así que venid a Mí, a vuestro Salvador, y la eternidad será hermosa para vosotros.

Os amo. A cada uno de vosotros. Y os perdono. Pero debéis arrepentiros.

Tu amado Jesús.

Salvador de todos los hijos de Dios".