domingo, 29 de agosto de 2021

Es urgente que os consagréis a Mi Corazón, ¡no esperéis! ¡Rezad el Santo Rosario sin parar, haced el bien sin cesar!

Mensaje de la Santísima Virgen María a Su Amada Hija Luz De María

Amados hijos:

Os bendigo como Reina y Madre del Fin de los Tiempos.

Al concluir la Novena que me habéis dedicado, Mi Corazón se ha llenado de alegría por la respuesta de Mis hijos, sabiendo con certeza que lo que me ofrecéis lo presento ante la Divina Voluntad. He visto criaturas que se han convertido, que han tomado la firme decisión de reencontrarse con Mi Hijo.

Esta Novena ha sido un Cielo en la Tierra.

Sólo Siendo Humilde Y Sencillo De Corazón,

Comprended Que Como Reina Y Madre Agradezco Los Gestos Nacidos De Corazones Puros Y Sencillos.

Amados hijos, esta generación debe prepararse, debe ser catequizada para que no se pierda. El malvado hijo de la perdición ya está en acción, no envía a sus secuaces como en el pasado, pero es él quien se dedica a extender sus tentáculos sobre la humanidad, confundida y delirante.

Es esta generación la que vive momentos de dolor cuando ante sus ojos se cumple:

"El hermano entregará a su hermano a la muerte, y el padre a su hijo. Los hijos se levantarán contra sus padres y los matarán; todos os odiarán por mi causa, pero el que persevere hasta el fin se salvará». (Mt. 10:21-22)

Hijos, en este momento hay desconfianza en los hogares, en los lugares de trabajo, entre las familias, esto ya está ocurriendo sin motivo y se acentuará.

La humanidad se dirige hacia un lugar en el que se quedará sin libertad, sin movimiento, sin pensamiento propio, y la criatura humana tendrá acceso a todo para subsistir.

Como Madre os invito a permanecer donde cada uno reside, sólo los que viven cerca de las costas deben retirarse de las costas. Los mares se adentran en la tierra y algunos de ellos guardan en su interior montañas submarinas, que en algún momento saldrán a la superficie.

Es un pequeño número de almas el que camina como le ha ordenado el Cielo. Mis hijos son puestos a prueba una y otra vez, se les dan nuevas motivaciones llenas de falsedad para que se pierdan. Sufrirán en el invierno europeo.

Mis amados, os doy

Mi Corazón para que no temáis....

Mis Manos para que no os perdáis...

Mis Pies para que os guíen...

Mis Ojos para que viváis perdonando y mirando a Mi Hijo en vuestros hermanos...

Mi Lengua para que reces y ruegues por la conversión....

Reza el Santo Rosario sin parar, haz el bien sin cesar.

Es necesario que os consagréis a Mi Corazón para que interceda por vosotros.

Es urgente que os consagréis a Mi Corazón, no esperéis.

Preparad las consagraciones para el mes de septiembre, antes del mes dedicado al Santo Rosario, es necesario por el bien de vuestras almas.

Prestad atención, estáis perdiendo la Fe y esto os lleva a ser presa del Diablo. Sed sencillos y humildes de corazón para que pueda ayudaros.

No es el momento de poner vuestros intereses en otros asuntos que no sean el crecimiento en el espíritu.

Rezad el Santo Rosario, es la oración que al Diablo no le gusta oír y le mantenéis alejado rezando, si estáis en estado de gracia.

Os Bendigo A Todos Los Que Leais Esta Llamada Mia Y Le Dais Vida.

Este Momento Es Urgente.

Madre María

SALVE María Purísima, Concebida Sin PECADO

SALVE María Purísima, Concebida Sin PECADO

SALVE María Purísima, Concebida Sin PECADO

COMENTARIO De Luz De MARIA

Hermanos:

Nuestra Madre y Reina me expresó la necesidad de que todos estemos en paz con Dios.

Ella me llevó a mirar a millones de criaturas humanas rezando el Santo Rosario y Ella me ha mencionado:

«Mira cuántos hijos de Mi Hijo están rezando».

Yo le respondí: Sí, querida Madre, así es.

Entonces Ella me dijo

«Mira bien».

Y cuando rezaban el Santo Rosario, vi cómo la mayoría de los que rezaban se retiraban de la oración y quedaban pocos. Y nuestra Madre me dijo

«Así es el Pueblo de Mi Hijo, no están convencidos ni convertidos, por eso los asuntos de la Casa del Padre les fatigan».

Nuestra Madre me dijo:

«Mira al dragón infernal».

Y miré a un hombre relativamente joven, bien vestido, que pasaba por lugares santos e incluso en esos lugares los que le miraban le hacían un gesto de respeto.

Pregunté a nuestra Madre: «¿Quién es ese hombre?» y Ella me dijo

"El hijo de la perdición.

Me teme, por eso invoca la Preciosa Sangre de Mi Divino Hijo e invócame con el Ave María, sin pecado concebida...».

Y nuestra Santísima Madre bendijo a toda la humanidad bendiciendo la Tierra.

Amén.