miércoles, 30 de mayo de 2018

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo

MI Bendición está sobre cada uno de VOSOTROS.

Os llamo constantemente a seguir orando, porque Mi Pueblo repite las palabras de las oraciones que conoce como si fueran algo sin sentido, igual que repite las cosas del mundo.

Hijos Míos, Pueblo Mío, este instante es urgente y os llamo a permanecer despiertos y en oración (Cf. Mt 26,41). Os llamo a ser conscientes de cada una de las palabras que pronunciáis cuando os dirigís a Mí. Te llamo a vivir unida a Mí para que seas consciente de mantener tus sentidos en Mi Voluntad y así puedas vivir como Mi Madre te pide: ablandando tu corazón y guardando todo lo que sucede en tu corazón. Dirige tu mente y tu pensamiento hacia el corazón para que cada palabra que pronuncies cuando reces sea vivida en Mi Verdad.

Necesito Que Mi Pueblo Sea Consciente De Su Oración. No Quiero Oraciones Vacías. En Este Instante Necesito Que Mi Pueblo Rece Con El Corazón, Para Que No Seas De Los Que Repiten Sin Saber Lo Que Dicen.

Mi Pueblo debe permanecer despierto y atento porque el león rugiente merodea y quiere robar almas... y ganar mucho botín a través de formas de modernismo espiritual.

Mi Madre, Mi amadísima Madre, Mi primera Discípula me acompañó en todo momento, os ofrece Su Mano para que toméis Su Mano y estéis preparados para seguir Sus pasos y así aprender a ser fieles, a guardar silencio, a escuchar Mi Palabra y ponerla en práctica.

Pueblo mío, ¡cuántas negaciones! ¡Cuántos que dicen ser discípulos Me traicionan con sus obras y sus actos! ¡Cuántos Me traicionan renunciando a Mí! ¡Cuántos de Mis Sacerdotes no creen en el Milagro de la Transubstanciación! Mi Pasión permanece activa, Mi Pasión permanece presente en cada uno de vosotros cuando obráis y actuáis contrariamente a lo que os pido.

Mi amado Pueblo, os llamo a no ceder, pero para no ceder al pecado, debéis ser criaturas ajenas a lo mundano, debéis dedicar vuestras vidas a seguir Mis pasos y a ser los que cumplen la Voluntad del Padre.

Mi amadísimo Pueblo, no olvidéis que Yo ofrecí a Mi Padre todo el dolor de vuestros pecados, Yo los experimenté, y por eso, en un instante tan delicado para esta generación, Yo, vuestro Jesús, os pido que hagáis vuestro Mi Dolor por los pecados de la Humanidad. No basta una oración vacía, hijos Míos, necesito que seáis criaturas que vivan interior y verdaderamente todo lo que Yo sufrí y que, de este modo, hagáis una ofrenda por los pecados del mundo y por los personales.

Hijos Míos, Pueblo Mío, os amo, os bendigo.

Venid a Mí, Hijos Míos, no debéis caminar solos, pero para que el Mal no triunfe en vosotros, tenéis que ser cumplidores de Nuestra Divina Voluntad y así ser libres, pero verdaderamente libres.

Vuestro Jesús

SALVE María Purísima, Concebida Sin PECADO

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