Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil

 

domingo, 7 de junio de 2020

Ven a mí por la «Escalera del Cielo» que es mi Madre Inmaculada

 

Mensaje del Sagrado Corazón de Jesús

«Queridos hijos míos, yo, Jesús, el Sagrado Corazón, vengo de nuevo hoy con mi Madre Santísima en el aniversario de nuestras apariciones aquí para deciros:

El tiempo de mi amor que es este tiempo de gracia que os he dado, ¡es un tiempo extraordinario! Aprovechad este tiempo para que crezcáis verdaderamente en mi amor, uníos cada vez más a mí, vivid en mi Sagrado Corazón, para que entonces pueda llevaros con mi Santa Madre, pueda llevaros a esa santidad grande y consumada que deseo de todos vosotros, hijos míos, para gloria del Padre.

Debéis vivir en mi Corazón si queréis vivir en el amor. Vivid en mi Corazón y entonces viviré en vuestros corazones. Vivid en mi Sagrado Corazón y entonces viviréis en paz, porque en mi Corazón encontraréis todo el consuelo, todo el consuelo, toda la alegría y toda la serenidad, la paz que vuestros corazones necesitan para encontrar finalmente la plenitud de la vida, de la alegría y del amor.

Vivid en mi Sagrado Corazón y entonces viviréis en gracia, pues mi Sagrado Corazón es la gran fuente de la gracia y todo el que vive en mi Sagrado Corazón recibe todos los torrentes de gracia que fluyen del trono del Padre y que a través de mi Corazón se dan y se derraman abundantemente sobre todos vosotros, sobre toda la humanidad.

Vive en mi Sagrado Corazón y entonces vivirás en la alegría; pero no la alegría del mundo, la alegría de ser mío, de pertenecer al Padre e incluso en la cruz, cuando llega el sufrimiento, puedes sentir mi amor, puedes sentir mi presencia consoladora y entonces puedes comprender el valor del sufrimiento aceptado y ofrecido por la salvación de tantas almas necesitadas.

Y este amor dócil, este amor oferente, genera en el alma la alegría perfecta que es amar y sufrir por mí, por la salvación de las almas, segura de que mi Sagrado Corazón todo lo acoge, todo lo ve, todo lo recoge y siempre dará la recompensa en el reino de mi Padre. Y que no hay nada más grande, nada más valioso que salvar almas para el reino de mi Padre. El conocimiento de esto, de esta verdad, genera en el corazón la verdadera alegría y la verdadera paz.

Vive en mi Sagrado Corazón y entonces vivirás verdaderamente en la plenitud de la vida, la vida que vine a traer a la tierra. Vivirás esta vida llena en Dios, llena en amor, llena en gracia y santidad, y entonces tu vida será un reflejo perfecto del Cielo, del Paraíso, y todos los que te miren podrán ver, sentir mi presencia, mi amor, mi misericordia, y entonces todos creerán en mí.

Mi Padre creó a todos los hombres por un acto de su amor hermoso y perfecto y todo hombre se siente atraído por la belleza del amor. Si todos ven la belleza del amor en ti, de mi amor, entonces todos se sentirán atraídos hacia mí, todos creerán en mí y, a través de mí, todos creerán finalmente en el Padre.

Así que vive en mi Sagrado Corazón y entonces vivirás en la belleza de mi amor y todos verán en ti la belleza de la presencia de mi amor, creerán en el Padre y vivirán para el Padre.

Continúa rezando cada día el Rosario de la Misericordia Meditada. Todas las enfermedades que existen en el mundo son causadas por los pecados de los hombres. Son los propios hombres los que atraen el castigo. Y sólo mediante la oración, la reparación y la expiación pueden detenerse los castigos y obtenerse nuevas gracias para el mundo.

¡Así que reza, reza y reza! Y haced también los sacrificios que pidió mi Madre, como el ayuno, y ofreced por el fin de todo esto. Para que entonces, los hombres vuelvan por fin de sus malos caminos, vuelvan a mí, vuelvan a mi Madre, vuelvan a mi Padre, y entonces llegue un nuevo tiempo de gracia para la humanidad, un nuevo tiempo de nuevas y resonantes bendiciones de mi Padre del cielo.

Os bendigo a todos y os lo repito:

Venid a mí por la «Escalera del Cielo» que es mi Madre Inmaculada. Descendí al mundo a través de mi Madre porque el mundo no era digno de recibirme y sólo a través de ella los hombres se hacen dignos de ser recibidos por mí y de venir a mí.

Venid a mí a través de mi Madre y entonces os abrazaré, os acogeré, os amaré y os revestiré de mi gloria y de mis gracias de amor.

A todos bendigo, especialmente a ti, mi amado hijo Carlos Tadeo.

Gracias por haber venido a pesar de todos los sufrimientos. Mi Sagrado Corazón se regocijó de alegría y amor con mi Madre por su presencia aquí. Sí, has quitado 49.508 espinas que estaban clavadas en mi Sagrado Corazón, clavadas en los pecados que los hombres cometen a cada momento sin que nadie pueda quitárselas. Que hagas un acto de reparación, de desagrado para quitarlas.

Y tú, hijo mío, con tu presencia aquí, con tu estancia aquí, has quitado estas espinas con tus oraciones, con tu amor, con tu esfuerzo, las has quitado. Y ahora en lugar de estas espinas brotan las flores más bellas de tu amor, de tu reparación, de tu perfecta adoración de amor y de obras hacia mí. Por todo esto, te doy ahora 79.202 gracias que recibirás a lo largo de toda una década. Las derramaré como una abundante lluvia de amor y de gracias de mi Corazón, y te digo, hijo mío, permanece siempre más en la escuela de amor de mi Madre Santísima, porque guiado por ella, formado por ella, alcanzarás un alto grado de santidad y mucho me agradarás.

Mi Sagrado Corazón está siempre, siempre sobre ti. Está siempre acompañándote y derramando sobre ti todas las llamas y las gracias ardientes de mi Corazón que tanto te amó que murió por ti en la cruz y derramó por ti toda la sangre y el agua en la cruz. Sí, hijo mío, que sepas que, aunque sólo fuera por ti, bajaría del cielo a la tierra, me encarnaría en el seno de mi Santísima Madre, sufriría todo lo que he sufrido en mi vida de pobreza, humillación y persecución y por ti moriría ciertamente en la cruz para salvarte, porque te amo tanto y tanto, hijo mío, ¡quiero realizarlo en ti!

¡Adelante! Ahora debes rezar el Rosario de mi Sagrado Corazón con la ofrenda, ofreciendo mis méritos, los méritos de mis llagas y las lágrimas de mi Madre al Padre. Debes rezarlo durante 8 viernes. A través de este rosario tan pequeño pero tan poderoso en honor de los 33 años de mi vida, te concederé grandes gracias de mi Corazón. Y, sobre todo, realizaré en vosotros ciertas operaciones de gracia que mi Corazón desea para transformaros cada vez más a mi imagen y semejanza y a imagen y semejanza de mi Madre.

¡Adelante! ¡No tengáis miedo! Mi Madre y yo estamos contigo y todos mis Ángeles, todas las legiones de mis Ángeles te custodian y velan noche y día.

Mi Sagrado Corazón tiene grabado tu nombre. Le dije a mi hija Margarita María que en el futuro vendrían los apóstoles de mi Sagrado Corazón y, entre ellos, uno que ardería en extremo de amor por mí y que me llevaría públicamente a las almas sin miedo ni temor a nadie, sin respeto humano, sin vergüenza para declararse por mí. ¡Este eres tú! Fuiste una gota de consuelo no sólo para mi Corazón, sino para el corazón de mi hija Margarita María, que tanto sufrió y se angustió al no verme amada, alabada, adorada y reconocida por los hombres. Alégrate, alegría de los Santos, y persevera en mi camino, en el camino de mi Madre, pues aún más a través de ti haré y realizaré.

Te bendigo ahora a ti y a todos mis amados hijos: de Paray-le-Monial, de Dozulé y de Jacareí».

Mensaje de Nuestra Señora comunicado en esta misma Aparición:

https://www.mensageiradapaz.org/post/07-06-2020-confianca-e-esperanca-no-meu-coracao-calma-o-meu-coracao-esta-com-voces

Orígenes:

➥ MensageiraDaPaz.org

➥ www.AvisosDoCeu.com.br

➥ www.AparicoesDeJacarei.com.br

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