Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil

 

martes, 7 de enero de 2020

¡Ama a mi Sagrado Corazón!

 

Jacareí, 07.01.2020 | Aparición y Mensaje del Sagrado Corazón de Jesús y de Nuestra Señora | Aniversario Mensual de las Apariciones de Jacareí

(Sagrado Corazón): «Queridos hijos míos, Yo, Jesús, vengo hoy de nuevo para deciros a todos:

«Amad a mi Sagrado Corazón y vivid en él, porque es el refugio que os doy a cada uno de vosotros en estos tiempos difíciles, para que os refugiéis en él, viváis en él y seáis preservados en la paz de mi amor.

Vivid en mi Corazón, viviendo una vida de intensa unión conmigo: mediante la oración, la meditación, la lectura espiritual, especialmente de los libros que tanto os pedimos mi Madre y yo: la Imitación de Cristo, las Glorias de María, la vida de mi Madre María (Ciudad Mística de Dios), para que cada vez más podáis vivir una vida de perfecta unión conmigo: ¡en el amor, por el amor!

Vive en mi Corazón, renunciando a todas las cosas que llenan tu corazón de tierra. Crea en ti un corazón pobre, pobre de deseos terrenales, para que yo pueda enriquecerte con los bienes y tesoros de mi Sagrado Corazón.

Vive en mi Corazón, por una confianza ilimitada y completa en mi amor y en mi misericordia.

Cuando el padre coge la mano de la niña pequeña para enseñarle a caminar, aunque ella tema caerse, se agarra a las manos de su padre, confía en él y sabe que el padre no la dejará caer. Esta misma confianza ilimitada quiero de cada uno de vosotros hacia mí.

Y que nadie se preocupe si tropieza y cae todavía. Imperfecciones tendréis hasta el momento de la muerte, no os preocupéis por ellas, Yo me ocuparé de ellas, no impiden mi amor en vosotros, no impiden el influjo de mi gracia. Lo que impide el influjo de mi gracia en ti es el endurecimiento del corazón en las cosas mundanas, el endurecimiento en la propia voluntad, la terquedad, la rebeldía, la desobediencia, la desconfianza en mi amor.

Por eso te pido: renuncia a todo esto y vive en mi Corazón, mediante una confianza ilimitada en mi amor y en mi bondad, en mi gracia y en mi amor, en mi misericordia. Para que entonces, verdaderamente, pueda derramar sobre todos vosotros las grandes corrientes de gracia de mi Corazón.

Y tú, hijo mío, el mayor pecador, no tengas miedo de acercarte a mí, porque precisamente por ti nací, por ti acepté una vida de humillación, de pobreza, de persecución, de incomprensión. Fue por ti que me dejé clavar en la cruz y derramé toda mi sangre hasta la última gota para salvarte.

Fue por ti por quien resucité, para permanecer siempre contigo y no dejarte nunca caminar solo.

Fue por amor a ti por lo que te di a mi Madre a ti y a todos los hombres como Madre Universal de todos, de todos mis apóstoles y discípulos. Sí, es tu Madre, por eso también debes confiar en ella como confías en mí.

Y como el niño pequeño confía en su madre, cogido de sus manos, para que le enseñe a caminar, así tú también debes coger las manos de mi madre y confiar en ella, ¡pues nunca te abandonará, como nunca me abandonó a mí!

¡Viva mi hijo, en mi Corazón, todos los días! Tus imperfecciones no son obstáculos para mi amor, no me importan.

Las consumiré todas inmediatamente en la llama ardiente de mi Corazón Divino. Y cada día más: Te purificaré, te elevaré, te curaré, te embelleceré, te perfeccionaré, hasta transformarte en un diamante bello y precioso para entregarlo a mi Padre.

Por eso, no tengas miedo de acercarte a mí, porque fue precisamente por ti, el mayor pecador, la ovejita más herida y débil, por quien descendí de las alturas y me hice hombre para recogerte en mis brazos, curarte, amarte, protegerte, salvarte y llevarte sano y salvo a mi Casa.

Así pues, ¡venid a mí y no os demoréis más, porque mi Corazón está aplastado y se rompe de anhelo por vosotros! Continúa rezando el Rosario de mi Madre todos los días, reza las oraciones de intimidad que mi hijito Marcos ya ha rezado contigo, para que crezcas en intimidad y unión conmigo.

Rezad todos los días el Rosario Meditado de la Misericordia y regalad 3 Rosarios Meditados de la Misericordia (nº 53) a mis hijos que no conozcan este poderoso Rosario, ¡por el que prometo concederlo todo!

En verdad, el alma que rece este Rosario en la hora de la muerte recibirá de mí la gracia de la efusión de mi Misericordia y en ese momento seré para ella: amigo, padre, abogado y compañero infalible.

Prometo a todos los que tienen en sus hogares mi imagen de Misericordioso, que esta persona y su familia no perecerán.

¡Defenderé a estas almas como mi propia gloria!

Os bendigo amorosamente a todos desde Dozulé, Paray-le-Monial y Jacareí».

(María Santísima): " ¡Queridos hijos, soy la Reina y Mensajera de la paz!

Hoy que se cumple aquí otro mes de mis Apariciones, vengo del Cielo para deciros:

¡Rezad por la paz, todos los días, mi Rosario de la paz!

¡Rezad por la paz, el Rosario meditado cada día!

¡Rezad por la paz, todos los Rosarios poderosos que os he pedido aquí!

¡Ayunad y haced sacrificios por la paz, para obtener del Señor para toda la tierra el don de la paz!

Los hombres se han alejado de Dios y ahora podéis ver en las naciones y en los rostros de todos los hombres cómo no tienen paz, cómo están turbados por grandes conflictos interiores. Y en cuanto a haber cambiado a Dios por el mundo, sólo ha destruido la paz en ellos y los ha llenado de amargura, sufrimiento, decepciones y oscuridad.

Sí, sólo cuando todos vuelvan a Dios tendrán paz. Por tanto, reza por el retorno de todos a la paz para que se conviertan a Dios.

Yo soy el Mensajero de la Paz y por eso he venido aquí, no sólo para traer un mensaje de paz, sino para enseñar a todos: cómo alcanzarla, cómo conservarla y cómo protegerla.

Proteged la paz de vosotros mismos con muchas oraciones, sacrificios, ayunos y apartándoos de todas las cosas mundanas que destruyen y os arrebatan el don divino de la paz.

Entonces verdaderamente vuestros corazones se llenarán de paz, recibiréis la paz del Señor y tendréis verdaderamente Su gracia, Su amistad y Su continua protección amorosa.

Os deseo 6 Rosarios de Lágrimas meditados por la paz del mundo, que ahora es urgente.

Deseo también que regaléis 3 Rosarios de Lágrimas meditados, 3 cds de estos maravillosos Rosarios que hizo mi hijito Marcos para mis hijos que no me conocen para que ellos también recen por la paz.

También deseo, hijos míos, dar 3 Medallas de la Paz para mis hijos que no me conocen. Para que a través de mi medalla pueda llevarles el regalo de mi Madre Paz.

Apresurad vuestra conversión porque el tiempo pasa deprisa, los acontecimientos decisivos se desarrollan y los que retrasen su conversión hasta el último momento no tendrán tiempo de volverse a Dios y aprender el camino de la santidad.

La gracia de mi presencia aquí es el mayor don del amor de Dios y de mi amor por toda la humanidad y por todos mis hijos.

¡Os bendigo a todos! Rezad el Rosario todos los días, pues quien reza mi Rosario nunca jamás será alcanzado por los rayos de la Ira de Dios.

Os bendigo a todos con amor y especialmente a ti, hijito Marcos, muchas gracias por la Setena nº 4 que me hiciste. Gracias a esa Setena he podido quitar muchos castigos al mundo, he podido traer muchas bendiciones de Dios a este mundo, ¡he podido convertir muchas almas de muchos pecadores!

Esa Setena te dio muchos méritos hijo mío, y por eso, por ella y también por el Rosario de la Paz meditado que hiciste para mí nº 7, derramaré hoy sobre ti 19 bendiciones especiales.

Y sobre tu padre Carlos Tadeo, por quien hoy me pediste que derramara estas gracias, derramaré 97.502 bendiciones.

Además, el Rosario de Lágrimas que hiciste para mí esta mañana agradó mucho a mi corazón, quitó muchas espadas de dolor de mi Corazón, muchas espinas del Corazón de mi hijo Jesús al que el mundo se aferra con sus pecados y ofensas. Y por esto hijo mío, has adquirido muchos nuevos méritos.

Y por ese Rosario que hoy has hecho por mí, derramaré sobre ti 27 nuevas gracias, y sobre tu padre Carlos Tadeo, derramaré otras 49.202 bendiciones.

De este modo beneficiaré a quien más amas y por quien ofreciste por primera vez el Rosario de Lágrimas meditado en el nº 30 esta mañana.

De este modo respondo a tu oración y a la petición que me hiciste, para que convierta los méritos de esa obra buena y santa en gracias y las derrame sobre tu padre.

También puedes ofrecer cualquiera de las gracias que te doy ahora a quien quieras.

Te bendigo mi siervo obedientísimo, mi abeja laboriosísima, mi hijo tan digno de mis gracias, por tanto amor, por tantos servicios prestados con amor a mí, con tanto cariño, dedicación y obediencia.

Y también, te bendigo mi hijito Marcos Augusto, hoy es el aniversario de la primera vez que viniste aquí. Ahora derramo sobre ti 7 gracias especiales, gracias por tu «sí», gracias por tu servicio amoroso hacia mí.

A todos bendigo Lourdes, Pellevoisin y Jacareí».

Mensaje Privado A Carloss TADEU , El Hijo Más Amado Del Mundo

(María Santísima): «Querido hijo Carlos Tadeo, hoy te doy mi mensaje especial:

«Hijo mío, no tengas miedo de nada, siempre estoy a tu lado y nunca te abandonaré. Continúa llevando mi llama de amor a todos mis hijos a través de los cenáculos. Siempre estoy cerca de ti, mi querido hijo.

Te deseo, igual que al hijo que te di, en este mes de enero:

Difunde más y profundiza con mis hijos el Rosario de Lágrimas meditado, a través del cual mis hijos recibirán siempre tantas gracias de mi Corazón Inmaculado. Pues todo lo que se pida a través de mis lágrimas será siempre concedido si es conforme a tu voluntad.

Que mis hijos me ayuden a salvar al mundo y a las almas ofreciendo al Padre los méritos de mis Lágrimas de Sangre que todo lo pueden por mi hijo, por el Padre.

Mi querido hijo debe saber que cuando yo estaba en el Templo de Jerusalén, me levantaba a las 2 de la mañana para orar intensamente al Señor.

Sí, y en esos momentos de oración el Señor me daba la visión mística de tu persona, de tu amor futuro, de los servicios amorosos que harías por mí y por mi hijo en el futuro.

Y por ti me postré, inclinando la frente hasta el suelo y muchas veces recé postrada en forma de cruz, suplicando al Señor que diera gracias a ese futuro apóstol tuyo y futuro servidor, que en el futuro daría tanta gloria, tanta alegría al Señor.

Recé suplicando gracias, suplicando fuerza, suplicando perseverancia y amor por ti.

Además, hice el sacrificio de todos los sábados de renunciar a algo, a algún alimento que me gustaba más y lo ofrecí por tus intenciones. De este modo obtuve tantas gracias del Señor para vosotros, que a su debido tiempo os serían concedidas. Entre ellas, la mayor de todas: el hijo que te di... el más trabajador, el más entregado, el más esforzado por mí y por el Señor, lleno de tantos méritos, por los que recibirás tantos bienes, todos los bienes y todas las gracias del Señor.

Sí, ¡alégrate! Porque así como los padres de mi hijo San Bonifacio recibieron la gracia de la salvación de sus almas, tú también recibiste el Cielo y muchas otras gracias que recibirás a través del hijo que te di lleno de tantos méritos, a través de tantos años de ardientes obras de amor hechas por mí.

Y cuanto más trabaje por mí, cuantos más méritos tenga, ¡también tú te beneficiarás y recibirás!

Te he dado lo mejor, prefiere lo mejor, alaba a Dios por lo mejor y lo mejor no te será quitado.

Te amo y te bendigo, sigue rezando tu Rosario, porque ha guardado grandes castigos que debían caer sobre varias naciones, especialmente sobre Brasil.

Has estado sosteniendo el brazo de mi hijo con los cenáculos y sus oraciones.

Continúa hijo mío y no dejes nunca de rezar, porque los ojos del Señor te miran continuamente con agrado y mi Corazón Inmaculado reposa sobre ti.

Ahora te bendigo con amor.

Y también, te bendigo mi hijito Leandro, felicidades por tu cumpleaños ayer.

En el Cielo recé por ti, ofrecí los méritos de mis Lágrimas por ti unidas a los méritos de mi hijito Marcos Tadeu, que te di como padre, amigo, hermano, compañero y también tu protector y ayudante.

Y por sus méritos, recibiste ayer del Señor y de mí 8 bendiciones especiales. Alégrate, hijito, porque tu nombre está escrito en mi Corazón y en el Corazón de mi hijo Jesús.

¡Alégrate! Y sigue rezando, todo lo que me pidas y sea la voluntad de mi hijo, te lo daré.

Déjate amar y guiar cada vez más por mi hijo Marcos, porque te tiene un gran afecto y cuidado.

Su preocupación siempre te ayudará y protegerá y si le coges firmemente de la mano, te guiará por el camino del verdadero amor a mi hijo y a mí.

Síguele por el camino de la oración, del amor, de la obediencia, de la fidelidad a mí, entregándote cada vez más a mí y tú también te convertirás en una llama incesante de amor.

¡Te quiero! Mamá está siempre cerca de vosotros cuidándoos.

Os bendigo a todos y os dejo mi paz».

Orígenes:

➥ MensageiraDaPaz.org

➥ www.AvisosDoCeu.com.br

➥ www.AparicoesDeJacarei.com.br

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