martes, 9 de julio de 2013

Mensaje De Nuestra Señora Y San Geraldo Majella - Comunicado Al Vidente Marcos Tadeu - 23ª Clase De La Escuela De Santidad Y Amor De Nuestra Señora

Jacareí, 9 de Julio de 2013

23ª Clase de la Escuela de Santidad y Amor de Nuestra Señora

Transmisión Diaria En Directo De Las Apariciones Por Internet En World Webtv: Www.apparitionstv.com

Mensaje De Nuestra Señora Y San Geraldo Majella

(Marcos): "Sí. Sí. Sí. Sí, haré lo que la Señora desea. Sí. ¿Le ha gustado a la Señora lo que he hecho hoy? ¿Le ha parecido bien? Sí. Sí, procederé sí".

(María Santísima): "Amados hijos Míos, hoy os invito de nuevo a orar con el corazón. Sólo con la oración hecha con el corazón vuestras almas conocerán la voluntad de Dios para vosotros, sabrán lo que aún hay en vosotros que desagrada al Señor y lo que necesitáis cambiar en vosotros. Sólo con la oración hecha con el corazón vuestras almas saldrán de toda la confusión espiritual en la que se encuentran, confusión generada por vuestros pecados, por vuestra resistencia a aceptar la voluntad de Dios, a dejar vuestros apegos y vuestros deseos desordenados que os impiden avanzar por el camino de la santidad con el corazón decidido y el paso firme.

Esta confusión espiritual generada por la división interior de vuestros corazones, unida a vuestra falta de oración y a vuestro largo alejamiento de Dios, es lo que os hace cometer tantos errores y tantos desatinos en vuestras vidas. Sólo la oración con el corazón puede volver a iluminar vuestro interior, guiar vuestra alma y vuestra vida, y haceros ver el camino equivocado por el que tantas veces camináis pensando que hacéis el bien, cuando en realidad camináis por vuestro propio camino, el camino del pecado, y no por el camino de Dios. Así pues, hijitos, orad con el corazón, ahora más que nunca, para que esta oración os muestre verdaderamente vuestra alma toda leprosa de pecados, para que podáis entonces encontrar en la oración, en la gracia de Dios, en la lectura de las vidas de los santos, en la meditación de Mis Mensajes y en las oraciones que os he dado Aquí los remedios eficaces para curaros de toda enfermedad espiritual.

Estoy muy contenta con el progreso de muchos de vosotros, estoy contenta porque muchos de vosotros os habéis decidido verdaderamente por Mí desde que comenzasteis estas transmisiones diarias de Mis apariciones y el Cenáculo diario que os hace Mi hijito Marcos, y que es tan rico en Mis gracias, en Mis bendiciones, en Mis luces, y que para aquellos que verdaderamente abren su corazón, valoran estos Cenáculos y ponen todo esto en primer lugar, es verdaderamente una verdadera Escuela de Perfección y Santidad.

Gracias al sí que Mi pequeño hijo Marcos Me dio hace veintidós años, he podido hacer crecer Mi Escuela de Santidad aquí a lo largo de todos estos años y ahora hago que esta Escuela de Salvación llegue a todos los confines de la tierra convirtiéndola incluso en una Escuela de Santidad Mundial. Y si vosotros, hijos Míos, me respondéis hoy sí de todo corazón, haré que a través de vosotros muchas más almas encuentren también el camino de la salvación, el camino de la santificación a través de Mis apariciones aquí y lleguen al Cielo con seguridad.

Ahora os bendigo a todos generosamente y os doy las gracias por todo lo que habéis hecho por Mí, por todo lo que vosotros, hijos Míos, habéis realizado para hacerme más conocido y amado dando a conocer a todos Mis hijos, Mis Apariciones Aquí y difundiendo Mis Mensajes. Siendo fieles a esta Transmisión de Mi Aparición cada día y viniendo a Mí Aquí cada día con vuestro corazón, para aprender a amar a Dios y amarme a Mí también y obedecer Nuestra voluntad.

Os bendigo a todos y especialmente a ti Marcos, que hoy me has demostrado una vez más tu gran amor haciendo otro nuevo Rosario Meditado para Mí, mientras grababas este nuevo Rosario los demonios estaban paralizados y no podían moverse, las puertas del infierno estaban cerradas y ni una sola alma iba allí, los rayos de la Justicia Divina que debían castigar al mundo por sus crímenes y pecados no cayeron, la Justicia del Señor fue aplacada y en su lugar cayó una gran e inmensa lluvia de gracias y bendiciones y misericordia sobre toda la tierra y especialmente sobre Mis hijos, que ahora Me escuchan de corazón en esta transmisión.

Por eso, Mi queridísimo hijo, el más trabajador y obediente de Mis hijos, te bendigo ahora a ti y a todos Mis hijos que Me escuchan, que Me aman y que Me obedecen con amor desde Fátima, desde Garabandal y desde Jacareí".

(San Geraldo Majella): "Amados hermanos Míos, Yo, Geraldo vengo una vez más a bendeciros y a daros la paz. Os amo inmensamente y deseo ayudaros a todos a llegar al Cielo para ser felices junto a Mí por toda la eternidad y alabar al Señor Conmigo con todo vuestro corazón.

Coloca tu tesoro en el Cielo, escóndelo, guarda tu tesoro en el Cielo donde el ladrón no roba, la polilla no apolilla y el óxido no corroe y allí te esperará verdaderamente tu tesoro para que el día de tu partida de este mundo lo encuentres intacto para darte gloria, belleza, felicidad sin fin entre los Ángeles de Dios en Su reino de gloria eterna.

Guarda tu tesoro en el Cielo amando a Dios sobre todas las cosas, procurando agradarle con santo temor, es decir, buscando por todos los medios servirle, obedecerle, y temiendo y huyendo de todo lo que le desagrade, le hiera y le ofenda. De este modo Dios será tu tesoro, y te será guardado en la eternidad para que sea tu herencia por los siglos de los siglos. Si Dios es tu tesoro y no las cosas vanas de este mundo, entonces serás verdaderamente rico por toda la eternidad y te aguardará una gran felicidad cuando dejes este mundo para ir a gozar de la gloria de Dios por toda la eternidad.

Guarda tu tesoro en el Cielo, haciendo de la Madre de Dios tu tesoro, haciendo de la Madre de Dios tu tesoro. Si tu tesoro es Ella, si obedeces Sus Mensajes, si la pones a Ella en primer lugar con Sus Mensajes y desprecias tu voluntad y tus deseos corruptos, entonces, verdaderamente, Ella te enriquecerá cada día más y más y tu riqueza, tu prosperidad espiritual irá de aumento en aumento día a día, hasta que el día de tu partida de este mundo será totalmente plena, total, completa y entonces, junto con Ella en la gloria eterna gozarás de los bienes eternos que nunca pasan y que Dios te dará como premio por tu gran amor y obediencia a Su Santísima Madre.

Guarda tu tesoro en el cielo, procurando enviar allí cada día tus oraciones hechas con amor, con el corazón, con perseverancia, con fe y obediencia, tus pequeños sacrificios ofrecidos en expiación por tus pecados y los del mundo entero, tus pequeñas penitencias para que Dios purifique verdaderamente tu alma cada día más, y también vuestras buenas obras haciendo obras para glorificar a Dios, para que Él y Su Santísima Madre sean más conocidos y amados como lo hicimos los Santos, como lo hace Marcos, como lo hacen las obedientes Videntes de la Madre de Dios trabajando cada día para que Él sea más conocido y amado. También haciendo buenas obras de misericordia a tu prójimo, trabajando por la conversión de tu prójimo, por la santificación de tu prójimo, para que tu prójimo pueda un día también llegar al Cielo y ser feliz con Dios allí para siempre.

Enseñando a los ignorantes, enseñando a los que no conocen a Dios y a Su Madre, a conocerle y a amarle, guardáis verdaderamente un gran tesoro de méritos en el Cielo, y este tesoro será finalmente vuestra herencia, vuestra felicidad y vuestra alegría por toda la eternidad.

Yo, Gerardo, guardé Mi tesoro en el Cielo, Mi tesoro era Dios, era María Santísima, Mis oraciones y mis buenas obras, y ahora estoy en el Cielo, feliz, próspero para siempre, dueño de una felicidad que no tendrá fin, y si Me imitáis, éste será también el hermoso destino que os aguardará en el Cielo.

Os bendigo a todos en este momento, a todos los que me escucháis ahora con amor y a los que amo tanto, a vosotros que obedecéis los mensajes que os damos aquí, y por eso sois las preciosas florecillas que cultivo, guardo y hago crecer cada día más con amor en el jardín de santidad de la Madre de Dios.

A todos vosotros y especialmente a ti Marcos, el más ardiente de Mis devotos y de Mis imitadores, te bendigo generosamente ahora".

(Marcos): «Hasta pronto».

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