viernes, 10 de abril de 2020

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡Paz a tu corazón!

Hijo mío, tengo sed de almas. Salva mis almas con tus oraciones, sufrimientos y sacrificios. Me costaron sufrimientos dolorosos y mi sangre, que fue derramada por la salvación de los muchos que entonces creerían y se inmolarían por mi amor.

Muchos son los infieles, hijo mío, cómo me repugnan, porque me ultrajan y aumentan los dolores de mi Corazón con sus infidelidades y pecados. Ruega por la conversión de los infieles, de los que rechazaron mis dones, mis extraordinarios, negándolos, para que sigan viviendo en sus vidas equivocadas, añadiendo pecado sobre pecado.

Te ofrezco mi Corazón, hijo mío, mi Corazón que fue abierto por la lanza, y queda en él una profunda herida, signo de mi amor, donde a través de ella, puedes entrar y ser protegido contra los males y las tinieblas de estos tiempos difíciles.

Entrégate a mi amor, haz mi voluntad. Dios habla y desea ser escuchado. El amor llama a la humanidad y desea ser acogido.

Yo, el Verbo hecho carne, fui clavado en la cruz y en ella os amé con amor hasta el extremo. Amad, amad con este amor mío, acogido y vivido en vuestras vidas, hasta el final, y el pecado y la muerte no tendrán poder ni encontrarán la victoria sobre vosotros, porque yo he vencido al mundo. ¡Os bendigo!