sábado, 22 de febrero de 2020

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡Paz mis queridos hijos, paz!

Hijos míos, yo, vuestra Madre, la Reina del Rosario y de la Paz, vengo del cielo para mostraros el camino seguro que os conduce a Dios.

No os apartéis del camino de la oración, sino intensificadla cada vez más, pues sólo aquellos que se conviertan en una oración viva a Dios soportarán los tiempos difíciles y dolorosos que se avecinan para toda la humanidad.

Dios lleva mucho tiempo llamándoos a la conversión y vosotros no le escucháis ni le obedecéis, por lo que sufrís las consecuencias de vuestra desobediencia y de vuestros pecados.

Hijos, convertíos, convertíos, convertíos, porque tantos pecados ofenden al Señor y muchos de vuestros hermanos y hermanas han perdido la fe y ya no creen en nada.

Dios está a punto de hacer caer sobre el mundo entero el mayor castigo que jamás haya existido en la historia de la humanidad. Volved, hijos míos, volved al Señor. Estáis viviendo momentos de dolor y de prueba, ante el gran castigo que sacudirá a toda la humanidad, y nada se opondrá a la ira del Señor contra los pecadores ingratos.

He venido del cielo para daros mi protección maternal. Soy vuestra Madre Inmaculada y deseo protegeros y alejaros del gran castigo, mientras el Señor aún os conceda su misericordia, pero pronto, hijos míos, todo cambiará en el mundo.

Decidíos por Dios. Decidíos por el Reino de los Cielos. Nada de este mundo es eterno, sólo Dios es eterno, hijos míos. Quered pertenecer a Dios, quered estar con Dios, reinar con Él por toda la eternidad.

Volved a vuestros hogares con la paz de Dios. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.