Mensajes a Edson Glauber en Itapiranga AM, Brasil
jueves, 5 de septiembre de 2019
Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

Hoy, en las primeras horas de la mañana, sufrí un fuerte ataque de Satanás. Ocurrió en la habitación de mis padres, donde duermo con ellos, porque debo asistir a mi madre cuando necesita mi ayuda. Estaba tumbada en la hamaca y oí una voz llena de odio y una mano que me asfixiaba, agarrándome fuertemente por el cuello. Me empujaba la cara contra la hamaca, donde yo dormía. Me dijo
Deja de escribir esas cosas y de difundirlas, ¡porque estás arruinando todo lo que quiero hacer! No lo hagas, ¡para!
Le dije: ¡No!
Cuando oí esta voz diciendo esto, me acordé de lo que había traducido y publicado en el Blog y en Facebook sobre el Sínodo Amazónico, sobre las herejías, sobre todo lo que los Obispos y los sacerdotes quieren hacer, para que se apruebe en este Sínodo. Comprendí que era a esto a lo que se refería.
De nuevo me dijo ¿Quieres parar? Y me apretó más fuerte el cuello. Le dije: ¡No!
¡Para! ¿Quieres parar? ¡Porque no quiero que ningún alma escape de mis garras!
Dije: ¡No!
Gritó con más fuerza: ¡Para!
Dije: ¡No!
Cuando me estaba estrangulando, miré a mi madre y a mi padre que dormían y quise pedirles ayuda, pero no pude.
Agarré la medalla de San Miguel Arcángel que llevaba al cuello y empecé a besarla: San Miguel Arcángel!...y besé....¡San Miguel Arcángel!...Besé la medalla...San Miguel Arcángel! Volví a besar la medalla. De repente, me soltó diciendo: ¡Me las pagarás!
Hacia las 08:00 fui a comprar pan y cuando me paré a rezar ante el altar, la imagen de la Sagrada Familia que está delante, estaba caída, mirando al suelo, ocultando la imagen de la Sagrada Familia. Como si alguien la hubiera volcado, porque era imposible que la imagen se hubiera girado de esa manera. Y cuando volví de la panadería, sucedió que había otro coche ocupando el lugar donde aparco mi coche y cuando le pedí a la persona que necesitaba aparcar, se negó y empezó a ofenderme y a atacarme, gritándome queriendo tener razón, diciendo cosas tristes sobre rezar en casa los sábados. Recordé las palabras ¡Ya me las pagarás! Fue entonces cuando después de decir lo que quería, diciendo que iba a llamar a la policía y yo dije que podía llamar a la policía, esa persona cambió de opinión, salió del coche, a regañadientes, y entró en casa.
Lo que más me conmovió, en todo esto, es que el demonio cuando me hablaba amenazándome y estrangulándome, su voz era la voz del Papa Francisco. El demonio hablaba con la voz del Papa Francisco para que dejara de escribir y difundir esas cosas sobre el Sínodo Amazónico, porque yo estaba estropeando sus planes y así muchas niñeras escaparían de sus garras. Era la voz del Papa Francisco. El diablo estaba utilizando la voz del Papa. Comprendí que están enseñando y hablando cosas en estos últimos tiempos, diciendo que viene de Dios y de su Divina Voluntad, pero en realidad viene del diablo, de su mala voluntad, porque le están obedeciendo a él y no a Dios. Que cada uno haga su propio discernimiento, porque yo ya he hecho el mío y lo estoy sintiendo incluso ahora en mi dolorido cuello. Rezo para que el Papa Francisco sea iluminado por el Espíritu Santo de verdad y que deje que sus ideas y voluntad humana sean llenadas e iluminadas por la luz de la verdad y la Divina Voluntad de Dios, dejándose guiar por la Santísima Trinidad, y no por los errores, ideas y mentiras del mundo. La Iglesia necesita Pastores fieles y verdaderos a Dios, no políticos. Que no se deje vencer ni engañar por Satanás, porque de lo contrario, será responsable de la pérdida de innumerables almas y el Señor lo aplastará, acabando con todas las mentiras, el orgullo y el poder en un suspiro, haciendo que sea el oprobio ante las naciones, teniendo un triste final y con él muchos Cardenales, Obispos y sacerdotes seguirán el mismo camino, junto con muchas almas ciegas.
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