sábado, 31 de mayo de 2014

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

Hoy, la Virgen llegó con las manos bajas, derramando las gracias de sus santas manos. Tenía el aspecto de la imagen de Nuestra Señora de las Gracias: con velo blanco, manto azul y túnica blanca.

¡La paz sea contigo!

Hijo mío, aquí tienes a tu Madre. Yo soy tu Madre y la Madre de toda la humanidad. Pide siempre mi intercesión y vendré a ayudar a los que todo lo confían a mi Corazón materno.

Reza hijo mío, porque los hombres son sordos y no quieren abrir su corazón para escuchar la voz del Señor. El demonio ha cegado a muchos hombres con el placer, con el dinero y con el poder. No quedan muchas almas puras en el mundo. La mayor parte de la humanidad se está destruyendo en el pecado.

Di a tus hermanos que sean fieles a Dios. La fidelidad exige conversión y cambio de vida. La fidelidad exige dejar el mundo para dedicarse con amor al Señor y al reino de los cielos.

Muchos traicionan al Señor por pequeñeces, sólo para recorrer el camino que conduce al fuego del infierno.

Lucha por el reino de los cielos. Dios quiere salvarte. Deja que Él te ayude, para que tengas fuerzas para luchar contra el mal que quiere destruirte y apartarte del camino de la verdad. Despertad, hijos míos, despertad. ¡Ya es la hora! Os amo y me dedico incansablemente a vuestra salvación. Escuchad mi voz maternal. Deseo que, a través de mis mensajes, crezcáis en santidad, y que también os dediquéis incansablemente a la salvación de vuestros hermanos y hermanas.

Desead el cielo. Desead estar con Dios, porque Él pasa, está entre vosotros cada día. Pedid su bendición y os la dará. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.