lunes, 11 de abril de 2022

Vive para el Cielo mientras aún estás en la Tierra - Ese es el camino hacia la verdadera felicidad

Lunes de Semana Santa, Mensaje de Dios Padre dado a la vidente Maureen Sweeney-Kyle en North Ridgeville, EE.UU.

Una vez más, yo (Maureen) veo una Gran Llama que he llegado a conocer como el Corazón de Dios Padre. Él dice: "Hoy, hijos, como la Semana Santa está sobre nosotros, os invito a reflexionar sobre lo que hay en vuestro propio corazón. Espero que vuestros corazones no estén atados a las preocupaciones terrenas, sino centrados en el Cielo. El Cielo es donde está vuestra verdadera felicidad. Vuestro mayor tesoro os espera en el Cielo. Este tesoro es la suma total de todas vuestras oraciones y sacrificios. Es un tesoro ornamentado por tu perdón a todos los demás y tu fe en la Verdad de todo lo que te he dado."

"Vive para el Cielo mientras aún estás en la Tierra: ése es el camino hacia la verdadera felicidad. Todo lo demás es pasajero. La alegría temporal es como aferrarse a la paja mientras te estás ahogando. Tu verdadero apoyo en cualquier dificultad es tu amor por Mí, que Yo realzo y correspondo en tu mayor necesidad. Por eso, pon tu confianza en lo de arriba, no en lo que te rodea en el mundo».

Leer Colosenses 3:1-10+

Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, que es nuestra vida, se manifieste, entonces también vosotros os manifestaréis con él en la gloria. Haced morir, pues, lo que hay de terrenal en vosotros: inmoralidad, impureza, pasiones, malos deseos y avaricia, que es idolatría. Por causa de ellos viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia. En ellas anduvisteis en otro tiempo, cuando vivíais en ellas. Pero ahora dejad todo eso: la ira, el enojo, la malicia, la calumnia y las malas palabras de vuestra boca. No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado de la vieja naturaleza con sus prácticas y revestido de la nueva, que se renueva en el conocimiento a imagen de su Creador.