Mensajes a Maureen Sweeney-Kyle en North Ridgeville, EEUU

 

sábado, 22 de mayo de 2021

Sábado, 22 De Mayo De 2021

Mensaje de Dios Padre dado a la vidente Maureen Sweeney-Kyle en North Ridgeville, EE.UU.

 

Una vez más, yo (Maureen) veo una Gran Llama que he llegado a conocer como el Corazón de Dios Padre. Dice: "La forma de sanar el vínculo entre la humanidad y Yo es mediante el arrepentimiento. Sólo el corazón arrepentido es capaz de acercarse a Mi Misericordia. Es el resultado de Mi Misericordia que las almas alcancen la alegría eterna. Corresponde al alma hacer cuentas de cualquier pecado cometido a lo largo de cada día y proponerse mejorar sus debilidades lo antes posible."

"Deseo que el puente entre el Cielo y la tierra sea fuerte a través del Amor Santo y que muchos crucen el puente mediante la mejora del Amor Santo en el corazón. Esto es la Santa Perfección. Todas las almas del Cielo han alcanzado la Santa Perfección. Ésta es la meta de la santidad personal. Nadie está exento de esta meta. Cada alma será juzgada por ello en su juicio final. El alma sabia busca la mejora constante en el Amor Santo».

"Espero a cada alma en la Puerta del Cielo. Me complacen tanto los que han hecho de su meta en la vida la Santa Perfección».

Lee Santiago 2:8-10+

Si realmente cumples la ley real,* según la Escritura, «Amarás a tu prójimo como a ti mismo», haces bien. Pero si mostráis parcialidad, cometéis pecado y sois condenados por la ley como transgresores. Porque el que guarda toda la ley, pero falla en un punto, se ha hecho culpable de toda ella.

* Según la Biblia Católica de Estudio Ignaciano - La ley real: La ley del reino de Cristo (2,5), que incorpora las leyes mosaicas de la caridad (2,8; Mt 22,34-40) y los mandamientos del Decálogo (2,11; Mt 19,16-19) a la enseñanza evangélica de Jesús (Mt 5-7; Catecismo de la Iglesia Católica párrafo 1972: La Nueva Ley se llama ley de amor, porque nos hace actuar por el amor infundido por el Espíritu Santo, y no por temor; ley de gracia, porque confiere la fuerza de la gracia para actuar, por medio de la fe y los sacramentos; una ley de libertad, porque nos libera de las observancias rituales y jurídicas de la Antigua Ley, nos inclina a actuar espontáneamente por el impulso de la caridad y, finalmente, nos permite pasar de la condición de siervo que «no sabe lo que hace su señor» a la de amigo de Cristo - «Porque todo lo que he oído a mi Padre te lo he dado a conocer»- o incluso a la de hijo y heredero. )

Origen: ➥ HolyLove.org

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