Mensajes a Maureen Sweeney-Kyle en North Ridgeville, EEUU
domingo, 25 de abril de 2021
Domingo 25 de Abril de 2021
Mensaje de Dios Padre dado a la vidente Maureen Sweeney-Kyle en North Ridgeville, EE.UU.

Una vez más, yo (Maureen) veo una Gran Llama que he llegado a conocer como el Corazón de Dios Padre. Dice: "Mi llamamiento sigue dirigiéndose a cada individuo, a cada corazón. Perfeccionaos en la santidad. Si cada uno lo hiciera, no existirían la deshonestidad y la corrupción como las que se dan en la política en estos días. Las almas, con honestidad, escudriñarían sus propios corazones cada noche para encontrar cualquier pecado o error en el que pudieran haber caído durante el día. En Verdad, no podrían excusarse y permitir que estos pecados quedaran sin control. Querrían lo mejor para los demás, no sólo para sí mismos. Ésta debería ser la ley de todos en la vida pública y, de hecho, de cada alma».
"En el momento presente, santifica tus esfuerzos viviendo en la Verdad. La Verdad de tus esfuerzos por ser personalmente santo es el reconocimiento más importante en tu camino espiritual. A algunos no les importa la santidad personal, sólo la ganancia mundana. Éstos son los que se deslizan hacia su perdición. Éstos son los incrédulos por los que te pido que reces y te sacrifiques. Estas almas constituyen la mayoría de la población mundial. Luego están los muchos que han abrazado el error como religión».
«Ahora comprendes por qué Mi Corazón Paterno y el Corazón de Mi Hijo* están afligidos».
Lee Filipenses 2:14-15+
Hacedlo todo sin murmuraciones ni cuestionamientos, para que seáis irreprensibles e inocentes, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación torcida y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo,
Lee Efesios 4:11-16+.
Y sus dones fueron que unos fuesen apóstoles, otros profetas, otros evangelistas, otros pastores y maestros, a fin de equipar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a la virilidad madura, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños, zarandeados de acá para allá y llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por la astucia de los hombres, por su maña en engañosas artimañas. Antes bien, hablando la verdad en amor, crezcamos en todos los sentidos en aquel que es la cabeza, en Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que lo constituyen, cuando cada miembro funciona rectamente, crece corporalmente y se edifica en el amor.
* Nuestro Señor y Salvador, Jesucristo.
Origen: ➥ HolyLove.org
El texto de este sitio web se ha traducido automáticamente. Por favor, disculpa cualquier error y consulta la traducción al inglés.