jueves, 21 de enero de 2021

Fiesta de María, Protectora de la Fe - 35º Aniversario

Mensaje de Dios Padre dado a la vidente Maureen Sweeney-Kyle en North Ridgeville, Usa

Una vez más, yo (Maureen) veo una Gran Llama que he llegado a conocer como el Corazón de Dios Padre. Dice: "Hijos, hablo, una vez más, para ayudaros a abrazar la santidad personal y a construir el hospicio de vuestros corazones fuertes en este sentido. Esto es todo lo que no es pasajero en esta vida. Que vuestros corazones abracen la obediencia a Mis Mandamientos. El primero y más importante es amarme a Mí por encima de todo. El segundo es amar a tu prójimo como a ti mismo. Obedecer estos Dos Mandamientos es obedecer todos los Mandamientos. Esto es el Amor Santo. Ésta es la victoria que debéis conquistar en vuestros corazones. No es una victoria de una sola vez, sino una batalla que hay que librar momento a momento cada día."

"Hace años, en esta fecha, envié a la Santa Madre a este Mensajero.* Ella proclamó, por Mi Mandato, ser reconocida como la Protectora de la Fe. Esto no fue aceptado en los círculos de la Iglesia como 'necesario'.** Ahora, te pregunto, observa el estado de la fe en el mundo actual. ¡Cuán grande es la necesidad de Su Santa Protección! Ella acude instantáneamente en ayuda de cualquiera que la invoque bajo este título. El problema actual es que la gente se ha quedado ciega ante lo que desafía su fe. Además, la fe ya no se considera tan importante. ¿No es de extrañar que acuda a vosotros en estos tiempos, implorándoos que ganéis la victoria de la santidad personal en vuestros corazones?"

Lee 1 Juan 3:19-24+.

Así sabremos que somos de la verdad, y tranquilizaremos nuestros corazones ante él siempre que nuestros corazones nos condenen; porque Dios es más grande que nuestros corazones, y él lo sabe todo. Amados, si nuestros corazones no nos condenan, tenemos confianza ante Dios; y recibimos de él todo lo que pedimos, porque guardamos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada. Y éste es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo y nos amemos unos a otros, tal como él nos ha mandado. Todos los que guardan sus mandamientos permanecen en él, y él en ellos. Y en esto sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado.

* Maureen Sweeney-Kyle.

** Nota: Tras consultar con un teólogo de la diócesis de Cleveland, el obispo rechazó la petición de Nuestra Señora del título de «Protectora de la Fe», afirmando que ya había demasiadas devociones a la Santísima Madre y a los santos. Nuestra Señora solicitó este título al obispo de Cleveland en 1987.