domingo, 18 de octubre de 2020

Domingo 18 De Octubre De 2020

Mensaje de Dios Padre dado a la vidente Maureen Sweeney-Kyle en North Ridgeville, EE.UU.

Una vez más, yo (Maureen) veo una Gran Llama que he llegado a conocer como el Corazón de Dios Padre. Él dice: "Hijos, descansad en Mis Brazos. Reclinaos en Mi Corazón. No dejéis que estos tiempos problemáticos hagan mella en la paz de vuestros corazones. El momento presente se funde con el siguiente momento presente. Perseverad en la confianza y en el Amor Santo. Sabed que Yo estoy siempre con vosotros. Yo soy tu provisión. La falta de confianza es el mal fruto de confiar demasiado en ti mismo. Solo fracasarás. Juntos podemos cambiar el corazón del mundo».

"Confiar en Mí significa que dejas de ceder a la ambición egoísta, al amor al poder o a la confianza ciega en personas malvadas. Permíteme liberarte de todo eso. Cree en Mi Gracia que te transforma y te libera. Entonces verás claramente que la anarquía no procede de Mí, sino que es una rendición al pecado. Los santuarios del pecado son la locura del diablo».

«Hijos, buscad la paz».

Lee 1 Juan 3:4-8+

Todo el que comete pecado es culpable de anarquía; el pecado es anarquía. Sabéis que él apareció para quitar los pecados, y en él no hay pecado. El que permanece en él no peca; el que peca no le ha visto, ni le ha conocido. Hijitos, que nadie os engañe. El que hace el bien es justo, como él es justo. El que comete pecado es del diablo; porque el diablo ha pecado desde el principio. La razón por la que apareció el Hijo de Dios fue destruir las obras del diablo.

Lee el Salmo 23:1-6+.

El Señor es mi pastor, nada me falta

en verdes praderas me hace descansar.

Junto a aguas tranquilas me conduce

restaura mi alma.

Me guía por sendas de justicia

por amor de su nombre.

Aunque camine por el valle de sombra de muerte,

no temo ningún mal

porque tú estás conmigo

tu vara y tu cayado

me consuelan.

Preparas una mesa ante mí

en presencia de mis enemigos

unges mi cabeza con aceite

mi copa rebosa.

Ciertamente la bondad y la misericordia me seguirán

todos los días de mi vida

y habitaré en la casa del Señor

para siempre.