domingo, 10 de mayo de 2020

Día de la Madre

Mensaje de Dios Padre dado a la vidente Maureen Sweeney-Kyle en North Ridgeville, Usa

Una vez más, yo (Maureen) veo una Gran Llama que he llegado a conocer como el Corazón de Dios Padre. Dice: "Hoy en día, la vida en el vientre materno ya no se respeta como debería. En consecuencia, la maternidad no se respeta como debería. La devoción a la Santísima Madre* ha disminuido y no se la considera con el amor y el respeto de antaño».

"Si las almas no comprenden la verdadera profundidad de las gracias que acompañan al Santo Rosario, pierden el rumbo en el camino de la santidad personal. Como cualquier madre, tu Madre Celestial anhela dirigir a cada uno de Sus hijos en el Camino de la Salvación».

"Cuando invocas la intercesión de la Santísima Madre, Ella se inclina hacia la tierra con todo el afecto de una madre terrena y aún más porque Su amor es perfecto y puro. Ella escucha con sentida gracia y consuela al afligido, al tiempo que fortalece el corazón desalentado."

"Hoy os hablo de la maternidad, pues la Santa Madre es demasiado modesta para centrarse nunca en Sí misma. Ella reza en cada momento presente por cada uno de Sus hijos, pero reserva gracias muy especiales para los devotos de Su rosario. Abandona las preocupaciones mundanas y entrégalas a la Santa Madre».

Lee Lucas 2:6-7+

Y mientras estaban allí, llegó el momento de dar a luz. Dio a luz a su hijo primogénito*, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había sitio para ellos en la posada.

*2:7 primogénito: Término jurídico vinculado a la posición social del hijo y a sus derechos de herencia (Dt 21,15-17). No implica que María tuviera otros hijos después de Jesús, sólo que no tuvo ninguno antes que él (Ccc 500). Como unigénito, Jesús es también el Hijo primogénito del Padre (Jn 1,18; Col 1,15). Véase la nota sobre Mt 12,46.

* Santísima Virgen María.

** La finalidad del Rosario es ayudar a conservar en la memoria ciertos acontecimientos principales de la historia de nuestra salvación. Hay cuatro series de Misterios que se centran en los acontecimientos de la vida de Cristo: Gozosos, Dolorosos, Gloriosos y -añadido por San Juan Pablo Ii en 2002- el Luminoso. El Rosario es una oración basada en las Escrituras que comienza con el Credo de los Apóstoles; el Padre Nuestro, que introduce cada misterio, está tomado de los Evangelios; y la primera parte de la oración del Ave María son las palabras del Arcángel Gabriel anunciando el nacimiento de Cristo y el saludo de Isabel a María. San Pío V añadió oficialmente la segunda parte del Ave María. La repetición en el Rosario tiene por objeto conducirnos a una oración reposada y contemplativa relacionada con cada Misterio. La suave repetición de las palabras nos ayuda a entrar en el silencio de nuestro corazón, donde habita el espíritu de Cristo. El Rosario puede rezarse en privado o en grupo.