viernes, 18 de octubre de 2019

Viernes 18 De Octubre De 2019

Mensaje de Dios Padre dado a la vidente Maureen Sweeney-Kyle en North Ridgeville, Usa

Una vez más, yo (Maureen) veo una Gran Llama que he llegado a conocer como el Corazón de Dios Padre. Dice: "Hijos, os he estado hablando de la corrupción en el mundo: en los gobiernos, en la Iglesia, en todos los ámbitos de la vida humana. Todo esto es el resultado de las malas elecciones del hombre: decisiones basadas en el amor propio y no en el amor a Mí. El amor propio desordenado siempre se basa en el orgullo. El orgullo es la puerta del corazón de Satanás».

"El enemigo disfraza de buena esta puerta y todas sus actividades. A la larga, su objetivo es siempre el pecado. Tiene muchas tácticas, muchas formas de invitar al alma a pecar. Utiliza a la gente, el entretenimiento y la política, por nombrar algunos. Su objetivo nunca es el bienestar de la humanidad, sino la desaparición de cada alma. Hablo aquí* para advertir a la humanidad de la presencia del enemigo entre vosotros».

"Por tanto, tomad vuestras decisiones sabiamente, no para complacer al hombre o al yo, sino para complacerme a Mí. Compláceme obedeciendo Mis Mandamientos. Comienza el día decidiéndote a hacerlo. Cada momento presente conlleva elecciones. Reconoce adónde te llevan tus elecciones».

* El lugar de la aparición del Manantial y Santuario de Maranatha.

Lee Efesios 6:10-16+.

Por último, fortaleceos en el Señor y en la fuerza de su poder. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis hacer frente a las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de este mundo de tinieblas, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos por la cintura el cinturón de la Verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el equipo del Evangelio de la paz; además de todo esto, tomad el escudo de la fe, con el que podréis apagar todos los dardos encendidos del Maligno.