miércoles, 17 de julio de 2019

Miércoles 17 De Julio De 2019

Mensaje de Dios Padre dado a la vidente Maureen Sweeney-Kyle en North Ridgeville, Usa

Una vez más, yo (Maureen) veo una Gran Llama que he llegado a conocer como el Corazón de Dios Padre. Dice: "Aquellos que no comprenden estos tiempos o los malos tiempos en los que viven tampoco comprenden la necesidad de que Yo me dirija a toda la humanidad en estos Mensajes.* La moral positiva es ya cosa del pasado. Los matrimonios ya no son, en muchos casos, traídos a Mí para Mi Bendición. Los crímenes violentos son noticia rutinaria. Ya no se respeta la inocencia de la infancia. Todo esto y más forma parte de la vida cotidiana. La conciencia del mundo se ha visto comprometida y endurecida, de modo que estos pecados ya no resultan escandalosos."

"Sin embargo, cuando vengo a hablar aquí,** no se acepta como algo milagroso. Mis consejos son rutinariamente ignorados o incluso desalentados en su realidad. Aquellos que son capaces de fomentar la creencia en lo que digo se oponen orgullosamente a ello y animan a otros a hacerlo."

"Por lo tanto, encuentro que debo alentar a los Fieles Remanentes que están abiertos a la creencia. Manteneos unidos en la Verdad, queridos. No sucumbáis a la orgullosa negatividad. Siempre estoy con vosotros dándoos fuerza y perseverancia. Estad en paz en este conocimiento. No tengáis miedo de defender la Verdad aunque tengáis que soportar la cruz de estar en minoría. Habla en favor de la obediencia a Mis Mandamientos. Sé Mi Voz en el mundo, no con orgullo, sino con humildad».

* Los Mensajes de Amor Santo y Divino dados por el Cielo a la vidente americana Maureen Sweeney-Kyle.

** El lugar de la aparición del Manantial y Santuario de Maranatha.

Lee 2 Tesalonicenses 2:13-15+.

Pero estamos obligados a dar siempre gracias a Dios por vosotros, hermanos amados por el Señor, porque Dios os eligió desde el principio para salvaros, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad. A esto os llamó por medio de nuestro Evangelio, para que alcancéis la gloria de nuestro Señor Jesucristo. Así pues, hermanos, manteneos firmes y retened las tradiciones que os enseñamos de palabra o por carta.