Viernes, 8 de diciembre de 2006

San Tomás de Aquino dice: "Alabado sea Jesús."

"Una vez más he venido para ayudarte a entender el espíritu de una persona en oposición a sus propiedades físicas. Lo que una persona acepta en su corazón se convierte en parte de su espíritu. Si acepta mentiras, entonces tiene un espíritu mentiroso; es decir, la verdad se ve comprometida como parte de su ser. Déjame volver una vez más a la analogía del buen vino. Muchos ingredientes se combinan para formar su bouquet. En una persona, muchos factores se combinan para componer el espíritu, como decisiones morales, rasgos de personalidad y eventos en la vida de la persona."

"Esto es diferente del alma, que es el reflejo de la postura de la persona ante Dios en el juicio. El alma es buena o mala dependiendo de la ejecución de la persona del Amor Santo. Incluso el alma buena puede tener fallas, pero aún está tratando de purificarse en el Amor Santo."

"En el mismo sentido, hay buen vino y vino malo. Pero el bouquet distingue a cada vino del otro. El espíritu de una persona refleja no el estado de su alma, sino lo que la persona acepta en su corazón como digno."

"Nuestra Madre te agradece por anoche, y mira con entusiasmo tu cumpleaños y Su próxima visita a medianoche."