sábado, 14 de septiembre de 2019

Fiesta de la Exaltación de la Cruz

Mi amado hijo, este es Dios Padre con todo el Cielo. Este es un día especial para Mi Hijo. Os preguntabais por qué os he llevado esta mañana a todos los cementerios para rezar por todas las almas. Este es un día especial para que recéis a Mi Hijo para que libere a las almas del Purgatorio. Sé que no lo sabíais antes de ir a la ciudad a recorrer todas las escuelas con sal bendita, y luego os conduzco a recorrer todos los cementerios de la ciudad con sal bendita para rezar allí por todas las almas del Purgatorio. Estas almas claman por la oración todo el tiempo para que la gente se detenga y rece con ellas y por ellas. Te dije que rezaras con ellas y luego les enviaras todas sus oraciones y las tuyas, porque no pueden rezar por sí mismas. También te pedí que pidieras a sus Ángeles de la Guarda que rezaran contigo y por ellos para que tus oraciones y las de sus Ángeles de la Guarda pudieran ser enviadas de vuelta a sus almas.

Hijo mío, el huracán (Dorian) habría golpeado a tu país mucho más fuerte pero fue cambiado por mucha oración y mucha ayuda del Cielo. No dejes de rezar porque esto fue sólo el comienzo de los castigos por los pecados del aborto, las relaciones entre personas del mismo sexo y todos los pecados de la carne. Ya os he dicho que no existe el matrimonio entre personas del mismo sexo. Es imposible que esto ocurra porque no puede dar el fruto de un hijo. El único fruto que puede dar es el fruto del infierno para toda la eternidad. Despertad, hijos Míos, o el infierno estará esperando a todas las personas que piensan que pueden vivir sexualmente con una persona del mismo sexo, o cometer un aborto tras otro, y poder ir al Cielo si no se ponen de rodillas, se arrepienten y piden perdón a Dios. Puedo perdonar cualquier pecado, pero sólo con la Confesión y el perdón de corazón. Soy un Dios amoroso y que todo lo perdona, pero también soy justo. Amor, Dios Padre. Deja de pecar y pide perdón ahora.