viernes, 7 de marzo de 2014

Ven Santísima Trinidad

Mi hijo e hijos más amados, Yo soy vuestro Dios y el Dios de todos los hijos sobre la faz de la tierra. El tiempo de la tierra tal como la conocéis se está acabando. Estáis preparados para ver un sufrimiento y una destrucción como el mundo jamás ha visto. Mi pueblo dice que no hay Dios. Hijos míos, estáis a punto de presenciar cosas que nadie creería jamás. Mi hijo que escribe esto lo hace a causa de una experiencia que tuvo hace más de 30 años y que cambió su vida para Dios para el resto de su vida. Hijos míos, cuando entréis en tal confusión que no podáis hacer frente o entender lo que está pasando, sólo hay un lugar donde gritar, y es a vuestro Dios que os hizo.

Mantened Mi nombre en vuestros labios de buena manera y gritadme cuando vuestra vida esté patas arriba, pues Yo soy el único que puede ayudaros. Puedo salvar tu alma de las fosas del infierno y llevarte al paraíso del Cielo con sólo que Me pidas a Mí, tu Dios, que te perdone todos los pecados que hayas cometido contra Mí, tu Dios, con un corazón perdonador. Si es católico, tiene que ser a uno de Mis hijos sacerdotes.

Hay millones de católicos que no se confiesan y pueden perder su alma por no seguir los sacramentos que fueron dados para salvar sus almas. No tomes a la ligera los sacramentos de la Iglesia Católica si eres católico. No puedes llamarte católico y no creer en los sacramentos y en las gracias que te aportan. Pido a todos los católicos que se confiesen esta Cuaresma. Si han pasado 50 años o 1 año, tu deber católico es confesarte al menos una vez al año o cada vez que cometas un pecado mortal.

Cualquier católico necesita confesarse todos los meses para mantenerse en estado de gracia y no arriesgarse al fuego del infierno. Mi hijo está cansado de suplicar a su Dios, y su Dios está cansado de decirle a su pueblo todo el tiempo que pida perdón a Dios. La verdad es que más de la mitad de los católicos del mundo no se han confesado en años, y si tu vida acabara hoy mismo, irías al infierno, a menos que tengas muchos amigos rezando y sufriendo por tus pecados. Entonces iríais a un purgatorio profundo donde el sufrimiento es como el infierno durante años. Hijos míos, Nosotros los del Cielo nos estamos cansando de suplicar, pues el tiempo apremia y debéis cambiar ya. Ya no hay que quedarse de brazos cruzados. Es hora de suplicar a Dios desde el Cielo o de ir al Infierno por vuestra propia voluntad. Esto es todo lo que podemos decir. Por favor, lee la Biblia y salva tu alma. Por favor, lee un buen libro religioso como está haciendo Mi hijo. Tu Padre Amoroso.

**El libro que acaba de terminar es: Avivamiento o Juicio, ¿Qué Elegirás para Nuestro País? de Bob Fraley.