Mensajes al Refugio Sagrada Familia, EEUU
miércoles, 19 de febrero de 2014
Ven Santísima Trinidad

Hijo mío muy amado, soy la Madre María. Vengo a decirte que te quiero mucho a ti y a todos Mis hijos. Mi hijo dio ayer a tu país un mensaje muy serio. He venido a confirmar que era de Mi Hijo Jesús. Él ama tanto a todos nuestros hijos que murió en la Cruz por todos vosotros. Yo y Mi hijo, Jesús, sufrimos el mismo sufrimiento en la Crucifixión. Él sufrió el sufrimiento físico y espiritual y Yo también sufrí el sufrimiento espiritual y físico en Mi corazón y en Mi alma mientras Él pasaba por Su sufrimiento.
Mis amados hijos, el mundo no tiene ni idea de cuánto sufrimos Nosotros para asegurarnos de que vosotros no iríais al infierno, sino al Cielo. Hijos míos, por favor, pensad en uno solo de vuestros hijos, si pensarais que iría al infierno por toda la eternidad. Haríais todo lo posible por ellos para intentar salvarlos y salvar su alma. Mi Hijo entregó desde la Cruz a Su Madre a todos Sus hijos de la Tierra que existieron o existirán. Me duele que cada una de vuestras almas se salve. Por favor, hijos Míos, por el bien de Mi Hijo y el Mío, pedid perdón por vuestros pecados y volveos y vivid para Cristo. Si pudierais mirar al infierno como podemos hacer nosotros desde el Cielo, y vierais todo el terrible sufrimiento, cambiaríais. Esto va a ocurrir pronto, hijos Míos, en una gracia que nunca se ha dado al mundo antes ni nunca más, en la que seréis sacados de vuestro cuerpo físico y puestos en vuestro cuerpo espiritual y veréis exactamente adónde iríais si murierais en ese momento. Verás todos tus pecados y buenas acciones que has hecho durante toda tu vida y se te mostrará y sentirás el dolor que sentirías por toda la eternidad si murieras en ese momento si estuvieras en pecado mortal. También verás el dolor si fueras al purgatorio en ese minuto y luego serás purificado en el purgatorio hasta que estuvieras listo para ir al Cielo.
Mis queridos hijos, tenéis que ser purificados antes de poder ir al Cielo. En el Cielo no hay pecado. Todo es puro, santo y hermoso. Sufrimos en nuestros corazones en el Cielo por los que viven en pecado mortal para ayudar a cambiaros, y rezamos por todos en la tierra desde el Cielo para daros la gracia extra para llegar al Cielo con nosotros. Mi hijo no tuvo que sufrir en la Cruz por todos vosotros, pero lo hizo por todo Su amor por cada uno de vosotros. Mis queridos hijos vamos a rezar y suplicar por vosotros hasta que toméis vuestro último aliento para que tengáis la gracia de decir «sí» a Jesús. Quiero estar con vosotros y con todos los santos y ángeles en el Cielo. Tu Madre amorosa con un corazón dolorido por todos Mis hijos que viven en pecado mortal. Mortal significa mortal, pecado mortal que te llevará al infierno o al purgatorio profundo. Tu Madre Amorosa y todo el Cielo. Gracias, Mamá.
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