martes, 11 de febrero de 2014

Ven Santísima Trinidad

Hijo mío muy amado, éste es tu Dulce Jesús-Jesús, a quien tanto amas, con Mi Madre, María. Te damos un día de descanso. «Gracias, Jesús, lo necesitaba». Hijo mío, el sufrimiento era necesario por todos los pecados y la agitación que hay en tu mundo. Satanás ha hecho su agosto intentando destruir tu relación con Rusia a través de los medios de comunicación más pecaminosos. Este debería ser un tiempo para que vuestros países hicieran las paces, y vuestros medios de comunicación están intentando destrozar todo lo que debería lograrse durante estos tiempos.

Vuestros medios de noticias están controlados por el propio satanás, a través de unas pocas personas. Todo lo que sale de vuestras noticias esta controlado o tergiversado de la verdad de America o Rusia. Su trabajo es agitar las cosas entre los dos países. Si las personas que trabajan en ello no dicen lo correcto de la manera que se les dice, son despedidas. Lo mismo ocurre en todos vuestros ejércitos. Todos están controlados por vuestro presidente y el pueblo del mundo único. Gracias a los buenos líderes de tu ejército, tu país sigue en pie y no está en guerra. Muchos hombres buenos han perdido sus trabajos y todos los ahorros de sus trabajos por el bien de tu pais . Por favor, rezad mucho por ellos porque muchos de ellos ya han sido asesinados de forma misteriosa y muchos más corren peligro aún por hablar y decir la verdad. En tu país hay muchos hombres buenos que están dando su vida por decir la verdad y toda la verdad sobre lo que tu gobierno ha hecho al pueblo en los últimos años. A tu pueblo no se le ha dicho la verdad sobre nada, excepto a través de formas que sólo unos pocos entenderían. Satanás ha contado mentira tras mentira tras mentira para encubrir la verdad en tu país. Ahora la gente está empezando a defender la verdad incluso sabiendo que serán asesinados. La verdad está saliendo a la luz y satanás se volverá más despiadado hasta que intente destruir todo tu país. Pero recuerda, Yo soy Dios, y Yo Tengo el control. Yo, Dios, puedo dejaros perder algunas batallas por el bien de vuestras almas, pero la batalla final es Mía, de vuestro Dios. Tú sabes cuál será el resultado final. Quédate con tu Dios y acabarás en el Cielo, o sigue ahora el camino fácil y acabarás en el infierno para siempre. Tu Trinidad Amorosa.