martes, 7 de septiembre de 2021

Llamada Urgente de Dios Padre a Colombia y México. Mensaje a Enoc

¡Ay de Vosotros, Mi Amada Colombia y México, Porque Si No Os Arrepentís y Convertís Pronto, Conoceréis el Poder de Mi Brazo Justiciero!

Mi Paz sea con vosotros, Mi Amado Pueblo.

Naciones Elegidas, el tiempo de vuestra purificación ya ha comenzado, Yo os purificaré como se purifica el oro en el fuego, hasta que brilléis como crisoles. Os invoco, Mis Amadas Naciones de Colombia y México, recordad que sois los pilares de Mi plan de salvación en estos últimos tiempos, y seréis vosotros a quienes más purificaré. No habéis querido aceptar Mi Misericordia, seguís como potros desbocados dándome la espalda y no la cara; la maldad y el pecado se han apoderado de vosotros y crecen como la mala hierba; voy a podaros para que sólo quede en vosotros la buena semilla.

Preparad a Mi Colombia y a Mi México, porque he dado órdenes a todos los elementos de la naturaleza para que sean ellos los encargados de purificaros; me duele y entristece tener que actuar con Mi Justicia, pero vuestra desobediencia, rebeldía y pecado han llegado a su límite. Si no os purifico, Mi Plan de Salvación no podrá llevarse a cabo; sois Mis elegidos y necesito que estéis bien purificados para que despertéis a las demás naciones. Os voy a mover fuertemente para que despertéis; y si no despertáis y seguís pecando, os lloraré, desapareciendo muchos lugares y regiones de vosotros, donde el mal y el pecado son más abundantes.

¡Ay de vosotros, mi amada Colombia y México, porque si no os arrepentís y convertís prontamente, conoceréis el poder de mi brazo justiciero! No quiero castigaros, porque bien sabéis que no resistiríais a Mi Justicia; por eso, os exhorto como Padre a que os convirtáis, ante Mi Advertencia. Si no atendéis a Mi llamada, descargaré Mi Justicia sobre vosotros, y el llanto, el dolor, la desgracia y la muerte serán vuestra recompensa por vuestra desobediencia. Vuestras penas se oirán en todas las naciones y no cesarán hasta que volváis arrepentidos a vuestro Padre.

¡Cómo debo deciros que no quiero trabajar con Mi Justicia para traeros de vuelta a Mí! Os he hablado a través de Mis Profetas de estos últimos tiempos, para que abandonéis la maldad y el pecado y os convirtáis de corazón. Como Padre amoroso os he exhortado, esperando vuestra conversión; pero en lugar de cambiar, lo que recibo a cambio es más maldad y pecado. La sangre de Mis inocentes derramada en vuestras naciones, la aprobación de leyes antinaturales, la injusticia social de vuestros gobernantes, la idolatría del dios dinero, el sincretismo religioso, la apostasía, la falta de caridad, la soberbia y sobre todo el incumplimiento de Mis Divinos Preceptos, es lo que me llevará a descargar Mi Brazo Justiciero sobre las naciones impías, comenzando por Colombia y México.

¡Despertad Mis Amadas Naciones, porque ya no hay más prórrogas! ¡Necesito urgentemente vuestra conversión sincera, para llevar a cabo Mi plan de salvación de estos últimos tiempos! ¿A qué esperáis para convertiros? Así como Jonás exhortó a los habitantes de Nínive a convertirse, y ellos le escucharon con oración, ayuno y penitencia; así también os exhorto hoy a vosotros, Mis Amadas Naciones, a través de Mi Profeta Enoc, para que también atendáis Mi llamada y os convirtáis antes de Mi Aviso.

Quiero que todas las leyes que favorecen los matrimonios entre parejas del mismo sexo y la ideología de género sean derogadas por vuestros gobernantes, porque esto va contra natura, así como la ley que favorece el derramamiento de sangre de Mis inocentes. Quiero que se haga justicia y se promulguen leyes que favorezcan a los más necesitados; que desaparezca el sincretismo religioso y que sólo Yo, en la Unidad Trinitaria, sea adorado. Que los Jerarcas de Mi Iglesia abran los templos y reanuden la enseñanza y evangelización de Mis Santos Preceptos; que se promulgue en la Iglesia una jornada de oración, ayuno y penitencia durante cuarenta días y que se me pida perdón por todos los pecados y por todas las afrentas cometidas contra la Divinidad de Mi Hijo en la Eucaristía. Sólo si os arrepentís y volvéis a Mí, con el corazón contrito y humillado, os perdonaré y me abstendré de enviaros el castigo. Esta llamada que os hago es urgente; despertad pues de vuestro letargo mis Amadas Naciones, para que no tengáis que conocer el rigor de Mi Justicia.

Estad en Mi Paz.

Vuestro Padre, Yahvé, el Señor de las Naciones.

Da a conocer Mis mensajes de salvación a toda la humanidad, Mi pueblo.