jueves, 28 de noviembre de 2024

¡La Tierra Experimentará una Purificación Necesaria!

Mensaje de Nuestro Señor y Dios Jesucristo a la Hermana Beghe en Bélgica el 22 de noviembre de 2024

Mis queridos hijos,

Sois muy queridos para Mí, tan queridos como los niños lo son para sus padres muy atentos y cuidadosos. Sí, soy muy cuidadoso, pero veo en los acontecimientos internacionales cómo nada sucede sin preparación. Todo necesita preparación antes de ser activo, operativo, y para alcanzar su objetivo necesita tiempo. Así que ante todo lo que ocurre, todo lo que se dice, verdadero o falso, todo lo que se concluye, no puedes evitar darte cuenta de que la situación mundial es eléctrica y más que eso....

Sí, una guerra mundial puede desencadenarse por la menor imprudencia, pero algunos de los beligerantes son intencionadamente imprudentes. Ya no es imprudencia, es una actitud, un comportamiento abiertamente belicoso bajo el manto de una cortina de humo. Sí, Occidente está jugando con fuego, ha sido hipócrita y mentiroso desde el principio.

¿Por qué? No es que no sepa lo que hace, al contrario, lo sabe muy bien y el diablo también. El diablo le empuja hacia la inmoralidad, la descristianización, la discordia y la traición. Dios ya no es la referencia, Satanás se convierte en ella.

Hijos míos, huid de esta inmoralidad, no permitáis que vuestros hijos sean escolarizados bajo la supervisión de la pornografía y luego sean desalineados en el umbral de la madurez. Se enfrentan al desastre de la inmoralidad, de la mentira, de ser arrasados por el mal, de la ausencia de Dios, de la presencia engañosa de las fuerzas demoníacas.

¿Cómo puedes esperar que las naciones que luchan contra Lucifer sean sensatas, valientes, honradas y dignas de confianza? Es imposible, Lucifer siempre destruirá, Lucifer siempre mentirá, Lucifer siempre engañará. Busca destruir el mundo y cuando los hombres ya no se dejan guiar por la virtud, inevitablemente se dejan guiar por las fuerzas del mal. El hombre no es sólo físico, también es una realidad espiritual y el mundo espiritual está habitado por dos fuerzas espirituales: los Ángeles de Dios y los Ángeles que han negado a Dios. Si los Ángeles de Dios son repelidos por una vida o un comportamiento deshonestos, los Ángeles renegados y maliciosos entrarán en el corazón y en el alma de quien también ha negado a Dios.

La esfera política occidental ha negado a Dios, ya no está permitido referirse a Dios en la esfera pública; por tanto, Lucifer ha ocupado inmediatamente Su lugar. Dirige, desaprueba todo lo que es natural, la ley natural se vuelve obsoleta, la ley natural es reprimida, la moral natural es condenada, ¡todo lo que fue inscrito por Dios en la naturaleza del hombre, en la naturaleza de la creación debe ser repensado a la manera del diablo!

Así pues, Dios, que es tan bueno -y Yo, Jesucristo, que soy Dios, os lo demostré durante Mi vida con vosotros en la Tierra-, igual que aceptó el veredicto humano de la Crucifixión para tomar sobre Sí todos los pecados del mundo y satisfacer la Justicia divina en lugar del hombre, de la misma manera -Él, que es tan bueno- dejará que el hombre se destruya a sí mismo y al planeta Tierra hasta que decida, como decidió resucitar, que la Tierra, purificada de sus venenos, renazca de sus cenizas.

Sí, Mis queridos hijos, la tierra experimentará una purificación necesaria y, al igual que Mi Pasión y Mi Muerte en la Cruz sucedieron con dolor y humillación, así la tierra, la Santa Iglesia y los hombres renacerán tras un tiempo de sufrimiento y humillación.

Sí, la tierra está llamada a renacer porque del estado corrupto en que se ha convertido, saldrá limpia y sana como siempre debió permanecer. Los hombres morirán o se convertirán, y Dios se regocijará en su creación, haciendo que vuelva a ser bella, sana y fiel.

Pero, por otra parte, qué locura ver la apostasía de las naciones, la blasfemia especialmente dirigida a las cosas sagradas, el rechazo de todo lo que merece respeto, la brutalidad, el orgullo mientras sólo son pequeños, la ambición desmedida de los que se consideran respetables porque son superiores a los demás, creen.

¡Qué locura, hijos Míos, qué locura! Venid a Mí que os lo doy todo y dejad en paz a los que, serviles y antinaturales, siguen al diablo que no tiene nada que ofrecerles. No les sigáis, venid a Mí, Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida, quien busque en otra parte sólo encontrará la nada, el abismo de la nada.

Os bendigo, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y hago la señal de la cruz porque os bendigo de verdad.

Que Dios sea bendecido y que toda Su obra sea admirada.

Vuestro Señor y vuestro Dios.

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