Mensajes de diversas orígenes
sábado, 3 de agosto de 2024
¡Haz Penitencia, Penitencia, Penitencia...!
Mensaje de la Reina del Rosario a Gisella en Trevignano Romano, Italia, el 13 de julio de 2024
Hijos míos, gracias por responder a Mi llamada en vuestros corazones, por doblar vuestras rodillas en oración. Hija Mía, debes decir a Mis hijos, que a Dios no le gustan los santuarios fríos. Él no necesita grandes iglesias ni grandes obras construidas con muros. Él busca Almas que puedan volver a Él.Hijos Míos, los tiempos son cruciales. Venid y rezad por la Paz. ¡Haced penitencia, penitencia, penitencia...! Ahora os abrazo y os bendigo en el Nombre de la Santísima Trinidad, Padre e Hijo y Espíritu Santo.
Breve reflexión
La Reina del Cielo siempre nos da las gracias cuando nos reunimos en oración, ¡porque la oración une a Sus hijos con Su Hijo! Ella nos recuerda que Su Hijo, aunque está presente en todas las iglesias del mundo, donde se encuentra el Santísimo Tabernáculo que contiene Su Cuerpo y Su Sangre; no busca «la frialdad o la belleza de las paredes» que manifiestan Su presencia. Sino que busca a tantas almas, que hoy, a causa de la confusión que reina en el mundo, se han alejado de Él. Jesús las busca, porque, como nos enseñan las Escrituras, Él quiere venir y habitar en el Templo de nuestros corazones y almas. ¡Todos somos el Templo del Amor de Dios! ¡Jesús quiere habitar y reinar en nosotros! Por eso nos da Su Cuerpo y Su Sangre. En el momento en que le recibimos dentro de nosotros, nos convertimos en Tabernáculos Vivientes del Amor de Dios en las calles del mundo.
Por tanto, recemos intensamente por estos «tiempos cruciales». Recemos tanto por la Paz Mundial, tan amenazada por el hombre que vive sin Dios. Sobre todo, emprendamos un auténtico camino de penitencia. Como nos enseña el Catecismo de la Iglesia Católica, «todo acto sincero de culto o de piedad reaviva en nosotros el espíritu de conversión y de penitencia y contribuye al perdón de nuestros pecados» (n. 1437). Y todos sabemos bien que cada día debemos pedir perdón a Dios por nuestros innumerables pecados.
¡Buen viaje!
Origen: ➥ LaReginaDelRosario.org
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