domingo, 23 de junio de 2024

Hijos míos, abrid bien vuestros corazones y dejad que el Señor llene en ellos las lagunas que el acoso satánico os ha quitado

Mensaje de Nuestra Señora de la Roca a Angélica en Vicenza, Italia, el 1 de junio de 2024

Queridos hijos, la Inmaculada Madre María, Madre de todos los Pueblos, Madre de Dios, Madre de la Iglesia, Reina de los Ángeles, Rescatadora de los Pecadores y Madre Misericordiosa de todos los hijos de la tierra, he aquí, hijos, también hoy Ella viene a vosotros para amaros y bendeciros.

Hijos, ¡llenaos de las Cosas de Dios! ¡Tomad el Evangelio cada día y leed, caminad en la Palabra de Jesús!

Me dirijo especialmente a los hombres de mal corazón, a los belicistas que día a día son cada vez más numerosos, que se envuelven en tonterías y pronuncian palabras sin sentido, me dirijo enérgicamente a estos estadistas: No hagáis cosas sin sentido, administrad a los pueblos y aseguraos de que en vuestra boca nunca más esté la palabra «guerra».

Me Dirijo Al Pueblo De Dios: «Hijos Míos, Sois Mucho Más Que Los Considerados Poderosos, ¡Haced Sonar Vuestra Voz! Rezad Y Decid «No A La Guerra»!»

Hijos míos, abrid de par en par vuestros corazones y dejad que el Señor llene en ellos las carencias que el acoso satánico os ha quitado. ¡Sed buenos cristianos! Cuántas veces os he dicho que basta una buena acción para ser un buen cristiano, pero el corazón debe ser alimentado, como una plantita, todos los días.

No os cerréis, porque si lo hacéis no os estáis preparando para la caridad de Dios; Dios para entrar en vuestros corazones no tiene que pedir permiso, Él es el dueño absoluto de él.

Si no hay ausencia de las Cosas de Dios en vuestros corazones, entonces estaréis alegres, predispuestos a la bondad, la dulzura y la caridad. A Dios no hay que invocarlo sólo en tiempos de necesidad; Dios es Padre y Madre para vosotros, y al Padre hay que amarlo todos los días.

¡Vamos, hijos míos! La alegría es lo que salvará la tierra, atesorad las Cosas de Dios y tenedlas en estima.

Caminad con Dios y veréis que, a medida que caminéis con el Padre, la belleza se abrirá ante vosotros y ya no conoceréis obstáculos.

¡Esto tenía que decírtelo y te lo he dicho!

Alabad al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

Hijos, la Madre María os ha visto a todos y os ha amado a todos desde lo más profundo de Su Corazón.

Yo os bendigo.

¡Rezad, Rezad, Rezad!

La Virgen Estaba Vestida De Blanco Con Un Manto Celestial, En La Cabeza Llevaba La Corona De Doce Estrellas, Y Bajo Sus Pies Había Un Gran Crucifijo.

Fuente: ➥ www.MadonnaDellaRoccia.com