martes, 30 de abril de 2024

Visita a las Almas del Purgatorio

Mensaje a Valentina Papagna en Sidney, Australia, el 21 de abril de 2024

Esta mañana, mientras rezaba, vino el Ángel y me llevó al Purgatorio. Llegamos a un edificio destartalado, de aspecto similar al almacén de una fábrica. Era muy viejo y gris y, en general, un lugar muy deprimente. Dentro había muchas almas que esperaban ser ayudadas. Pude ver manchas de aceite grasiento en el suelo del edificio, que representaban los pecados de las almas. El Ángel me ordenó que limpiara las manchas persistentes del suelo.

Mientras barría y limpiaba las manchas de aceite grasiento, apareció una santa dama del Cielo. Traía consigo tres relucientes vasijas de plata. Una olla estaba sellada en una caja, y ella tenía las otras dos. Las vasijas vacías significaban que aquellas almas no habían ofrecido nada a Nuestro Señor. No traían nada de bondad consigo: no habían hecho buenas obras mientras vivieron en la tierra.

Ella dijo: «Valentina, te he traído un regalo. Te he traído tres vasijas».

Yo dije: «¿Ah, sí? Gracias».

Entonces ella dijo: «Ya sabes que estas ollas tienes que llenarlas».

Le dije: «Sí, ya lo sé».

Le dije a Angel: «Barro mucho, pero estas marcas de aceite no se quitan».

Me dijo: «Sí, son un poco tozudas; tardarán más en limpiarse».

Allí hay algunas almas que necesitan una purificación más prolongada. Comprendí que las almas de este almacén eran todas hombres, y algunas necesitarían más oraciones y sacrificios antes de poder progresar.

De repente, el Ángel dijo: «Ahora tenemos que avanzar. Esto necesitará más tiempo para limpiarse».

Más tarde, en la Santa Misa, ofrecí estas almas a nuestro Señor.

Origen: ➥ valentina-sydneyseer.com.au