domingo, 10 de octubre de 2021

China Se Prepara Para La Guerra

Mensaje a Valentina Papagna en Sidney, Australia

Esta mañana, mientras rezaba, hacia las seis y media, vino la Santísima Madre María Purísima y dijo: «Alabado sea Jesús, hija mía. Que Él sea alabado ahora y siempre».

«Ama a mi Hijo Valentina y dile que le amas, y así le consolarás, ya que el mundo le rechaza de verdad. El mundo ofende tanto a mi Hijo».

La Santísima Madre María Santísima dijo entonces: «Vengo a traeros una triste noticia. China se prepara para la guerra. Pronto sucederá. No está lejos, sino a las puertas», dijo.

«Odian a sus países vecinos, pero sobre todo al mundo occidental; estos países son Australia, América e Inglaterra. Estos países han decidido construir submarinos para defenderse, pero tardarán muchos años en hacerlo».

«Pero lo que China está preparando, está muy cerca».

Dijo: «Los gobiernos saben algo de esto, pero lo mantienen en secreto para el pueblo».

«Cuando se produzca esta guerra, habrá mucha sangre derramada y muerte y destrucción. Pero dile a la gente que no pierda la esperanza. Después de esta horrible guerra, mi Corazón Inmaculado triunfará, y Dios enviará a la tierra un período de paz para la humanidad».

«La gente está preocupada por el Coronavirus, pero eso no es nada comparado con esta guerra. Después de esta guerra, la gente cambiará radicalmente. Se volverán más humildes, apreciarán más la vida y ésta será más sencilla».

«Ahora, el mundo es muy pecaminoso y está muy mimado. Todo esto cambiará. Esta es nuestra advertencia».

«Rezad y pedid a Dios Su misericordia, y si la gente responde y cambia y se arrepiente de sus pecados, todo esto aún puede detenerse», dijo Ella.

Mientras la Virgen me hablaba de esta guerra que se avecinaba, pude ver en una visión muchos helicópteros que volaban muy bajo en el aire. Casi se podían tocar; así de bajos estaban. El cielo estaba tan lleno de ellos que parecían saltamontes. Supongo que eran helicópteros del ejército. Su exterior era una mezcla de tonos marrones claros y oscuros, con una cola extralarga, a diferencia de los helicópteros normales que vemos volar ahora. Parecían robots, tenían un aspecto horrible.

La gente debería humillarse y empezar a rezar y pedir la misericordia de Dios. La Santísima Madre también nos da esperanza. Si toda la gente reza por ello, se podrá detener la guerra.

Señor, ten piedad de nosotros y del mundo entero.

Origen: ➥ valentina-sydneyseer.com.au