domingo, 10 de enero de 2021

Fiesta del Bautismo del Señor/Santa Familia

Hola, mi queridísimo Jesús siempre presente en todos los sagrarios del mundo, presente en el Santísimo Sacramento del Altar. Te adoro, mi Señor y mi Dios. Te amo, mi Redentor y Rey de todas las Naciones. Gracias por Tu gran amor y misericordia. Gracias por la Santa Misa y la Comunión, Señor. Gracias porque mi familia estuvo conmigo en la Misa (menos uno). Devuelve a todas las personas a su hogar en la Única Santa Iglesia Católica Apostólica.

Señor, mi corazón está muy pesado hoy y me siento inquieto y agobiado. La Misa me ha proporcionado Tu paz, Señor y también encuentro Tu paz aquí en la Adoración. Señor, sé que se está librando una gran lucha (desde hace años). Parece que está llegando a su punto álgido, al menos en esta fase. Jesús, Tú eres nuestro Rey. Tú eres Dios, Señor del Cielo y de la Tierra. Tú, Señor, tienes el control. Tú eres el Príncipe de la Paz y Señor de los Señores. Sé que ya has ganado la victoria por nosotros, pero también comprendemos por Tus palabras en las Escrituras que las puertas del infierno no prevalecerán contra la Iglesia. Señor, Tu Iglesia está a punto de pasar a la clandestinidad y hacerse muy pequeña al entrar en una persecución. Ya has estado purgando a Tu Iglesia del mal y este proceso continuará, sin embargo necesitamos buenos pastores. Así pues, Te suplico que protejas a nuestros pastores, Tus buenos y santos/fieles hijos sacerdotes a los que amas entrañablemente. Tú amas a todos Tus hijos, Señor, incluso cuando caemos y Te decepcionamos. Redime a los que te han traicionado, Señor, con gracias para la conversión. Te rogamos que se arrepientan y vuelvan a Ti. Jesús, no debemos quedarnos sin pastores que nos den los Sacramentos. Protege, por favor, a nuestros sacerdotes y a los religiosos y religiosas que han dedicado su vida a servirte. Protege a nuestras familias, Jesús, en las pruebas que se avecinan. Señor, en este momento de la historia, haz milagros para salvar a nuestro país de los malvados que conspiran y planean contra la libertad. Protege y defiende al presidente Trump, Señor. Las cosas están muy oscuras, pero Tú eres la Luz. Tú eres nuestro Rey, nuestro Salvador, nuestro Redentor. Señor, sé que te estoy pidiendo que protejas a nuestro país y eso puede parecer una perspectiva pequeña, ya que sólo somos un pequeño porcentaje del mundo. Sin embargo, si Tú no te apiadas de nosotros y decides obrar un milagro en esta época del mayor golpe de estado de la historia reciente, el mundo entero se verá afectado y estará bajo la influencia del comunismo. Nuestra Señora nos advirtió en Fátima que los errores del comunismo se extenderían por todo el mundo si la gente no se arrepentía y si el Santo Padre no consagraba Rusia a Tu Inmaculado Corazón. Al parecer, todo se está cumpliendo, pero Te ruego que nos perdones, oh Señor. Con los malvados planes para derrocar nuestras elecciones, llega un partido que adora al señor del aborto, del asesinato, del robo, del hurto, de la mentira, del latrocinio y de un sinfín de abominables males contra los niños.

Jesús, te necesitamos para poner el mal en fuga. Sálvanos, Salvador del mundo. Sé que lo que más te preocupa son nuestras almas, Señor, pero también te ocupas de las necesidades físicas de Tu rebaño, así como de sus necesidades emocionales. Señor, te rogamos que escuches y respondas a nuestros gritos. Clamamos por la paz, por la misericordia, por la justicia y la verdad. Arroja el mal al abismo, Señor. Concédenos la paz en nuestros días. Protege al Presidente y a su familia, que han recibido innumerables amenazas de muerte. Alivia su estrés, Señor. Dale la sabiduría de Tu Espíritu Santo. Dale claridad y conocimiento de los pasos correctos y piadosos que debe dar. Obra a través de él, Señor. Sálvanos, Señor. Ahórranos el comunismo, por favor, Jesús mío.

«Hija mía, hija mía, escribe las palabras que estoy pronunciando ahora. Las cosas empeorarán, los días serán aún más oscuros antes de que mejoren. Estoy sacando a la luz el mal, del que la mayoría de la gente ignoraba que existiera en esta nación. Invito a todos los pueblos a convertirse ahora, antes de que sea demasiado tarde para las almas. Se perderán muchas vidas en el próximo año. Arrepentíos y creed en el Evangelio, hijos míos. No sabéis el día ni la hora en que os llamaré, así que sed sabios y preparad vuestras almas ahora. Vivid cada día como si fuera el último, desde una perspectiva espiritual, para mantener en orden vuestras prioridades. Algunos de vosotros estáis viviendo así ahora y es muy agradable para todo el Cielo. Este sufrimiento no se desperdiciará cuando se ofrezca por las almas necesitadas. Hijos míos, muchos de vosotros rezáis. Oigo vuestras oraciones. Se necesitan más oraciones y debéis perseverar en la oración, pues así es como os guío y os protejo. No os rindáis a causa de vuestra decepción, pues eso demuestra una fe débil en Dios. No es el momento de ceder a la fatiga y al cansancio del corazón cuando uno se prepara para entrar en la batalla más importante de la historia, además de la que Yo afronté en el Huerto de Getsemaní. Ahora es el momento de fortaleceros. Un santo guerrero de la oración puede transformar a muchas personas. Varios santos guerreros de la oración pueden transformar a toda una ciudad, y así sucesivamente. No cedáis a la fatiga espiritual. Pedid a Mi Madre que venga en vuestra ayuda. Pide al Espíritu Santo que renueve tu celo. Sí, tened celo por las almas y por el Cuerpo de Cristo, Mi Iglesia. Hijos míos, el camino que tenéis ante vosotros parece sombrío. Sí, esto es cierto porque os centráis en vuestros pies mientras camináis. Mirad hacia arriba y fijad vuestros ojos en Mí, la Luz, el Amor, la Verdad. Mantén tus ojos en Mí y Yo te guiaré. El mundo siempre ha estado bajo el dominio del maligno, desde la caída de tus primeros padres. Vine al mundo para redimir al hombre y sigo trabajando en vuestros corazones y en vuestras vidas para redimir a los demás mediante vuestra evangelización y compartiendo el Evangelio. No soy un Dios que se sienta y observa desde lejos. Estoy comprometido e implicado en los asuntos humanos. Veo todo lo que hay. Lo conozco todo. Estoy presente en todas partes. Soy el Creador. Soy el único Dios».

«No penséis ni por un momento, oh hombres malvados que perseguís y matáis a Mis hijos, que no veo lo que hacéis en la oscuridad. ¡Lo veo! No quedaréis impunes. El tiempo en la tierra es breve y se apaga con un soplo del Espíritu Santo, pero la vida posterior durará para siempre y vuestro castigo, el infierno que elijáis, no terminará nunca. Por eso, arrepentíos y creed en Mí para que perdone vuestros pecados y podáis entrar en el Reino de Mi Padre. Elegid la vida, todos los malhechores. La muerte será vinculante. Vinculante a vuestra elección. Elegid el Cielo. Elegid la vida. Lamentablemente, muchos, si no la mayoría de vosotros, malhechores, no os arrepentiréis, pues adoráis al padre de la mentira, al padre de la destrucción. Mientras camináis hacia vuestra propia destrucción, os deleitáis matando a los más puros. Me dais asco, hijos de satanás. Si no os arrepentís pronto no habrá tiempo para vosotros».

«Hija mía, hija mía, siento que lleves este pesado mensaje, pero debe ser dicho. Algunas almas lo oirán. Algunas almas rezarán con más urgencia por estos perdidos y descarriados. Ellos (los descarriados que eligen el mal) dañan a muchos, muchos niños. Los mutilan y destruyen, y luego me ofrecen inadvertidamente estas almas víctimas mientras ofrecen su sangre a Mi adversario y al tuyo. Estas almas son llevadas inmediatamente al Cielo, donde ya no hay sufrimiento ni dolor. Reciben la salvación eterna y un lugar reservado a los mártires de la Fe, pues estos pequeños han perdido la vida en la batalla del final de los tiempos. Abrid los ojos, Mis hijos perezosos que enterráis la cabeza en la arena. ¿No os dais cuenta de que todos sois responsables de estas almas inocentes antes de nacer y de las vidas de Mis pequeños que están en los mercados de la esclavitud? Sí, también son culpables los que respaldan y aprueban a los pederastas y a los globalistas de un solo mundo, adoradores del comunismo. Dais vuestra aprobación al aborto y a los pecados contra los niños que claman a Mí pidiendo justicia. Los que decís que creéis en Mí pero aprobáis y votáis el mal, también sois responsables. Arrepentíos y convertíos ahora, hijos Míos perdidos. El camino os resultará difícil, pero debéis abrir los ojos ahora antes de que sea demasiado tarde. Os horrorizaréis más tarde, cuando os deis cuenta de lo que habéis hecho, y entonces vuestras racionalizaciones os parecerán insensatas. Arrepentíos ahora, hijos Míos. Escuchad en lo más profundo de vuestros corazones, donde os llamo con amor. No creéis realmente que esté bien asesinar al inocente en el vientre materno. Ningún ser humano racional cree realmente que eso esté bien. Lo excusáis porque también habéis herido a vuestros hijos. Lo excusas porque has ayudado a otras a abortar. Lo excusas e incluso hablas para proteger este holocausto de grandes proporciones para cubrir tus pecados y racionalizar tus propias acciones. Esto es una completa deshonestidad. Arrepiéntete, pues yo te perdonaré. No persistas en esta mentira. Sólo por este crimen juzgo a las naciones. Por este crimen (el aborto) purificaré el mundo, purgándolo del mal. Por no hablar de los pecados amontonados sobre el pecado, mujeres con mujeres, hombres con hombres, pecados contra Mi creación. Hombre y mujer, Yo los creé. Sólo hay hombres y mujeres, no 56 variedades, Mis hijos ciegos. ¿Cómo puedes pensar que Yo creé tal distorsión? Yo soy Dios. He creado un mundo hermoso y ¿Mi creación más hermosa? El hombre y la mujer. El maligno ataca todo lo que es bueno y bello. ¿No lo veis? No, muchos de vosotros no lo veis porque el pecado ciega. La paga del pecado: la muerte. El padre de la mentira, mata almas, almas destinadas al Cielo. Yo triunfaré. El corazón de mi Madre triunfará. ¿De verdad crees que Dios no se da cuenta de cómo vives, aferrándote al poder, al prestigio, al dinero, de tu voluntad de no detenerte ante nada por tu falso lugar en este mundo? Yo lo veo todo. Lo veo todo. No puedes esconderte de Mí, y todo fingimiento puede engañar a muchos en la tierra, pero no engañas a Dios Todopoderoso. Arrepentíos, os digo que os arrepintáis. Arrepiéntete y cree».

«Corderita mía, lo que estás pidiendo, tus preocupaciones más profundas son escuchadas y estoy bendiciendo a toda tu familia, a todos los miembros de tu familia (parientes). Todos los que Me buscan Me encontrarán y rescataré las almas de los incrédulos antes de que sea demasiado tarde, pues he escuchado las oraciones de los miembros de tu familia y veo su fe en Mí. Los que están perdidos serán encontrados. Alabado sea el Señor porque Su misericordia es eterna. Ten confianza en ello, hija Mía. Llegaré hasta el final por Mis hijos fieles».

Gracias, Señor. Es una bendición asombrosa. (Hay varios familiares que no están unidos a nosotros porque no creen o están alejados de la Iglesia). ¡Alabado seas, Señor, ahora y siempre!

«Hija mía, si más personas rezaran con corazones abiertos y amorosos, más se salvarían. Ahora, todos debéis dirigirme vuestras oraciones por aquellos que no tienen a nadie que rece por ellos. Esto será un gran acto de fe. Cuéntaselo a toda tu familia. No tengáis miedo de compartirlo. Ya están rezando por las almas, pero hay muchas almas perdidas que no tienen a nadie en la tierra que rece por ellas.»

Sí, Señor. Se lo diré. Señor, ¿protegerás por favor a nuestro país? Si no, a todo nuestro país, Señor ¿protegerás por favor nuestra libertad y a los que creen en Ti y te siguen?

«Protegeré a Mis hijos, pequeña Mía. Protegeré y proveeré. Aun así, algunos serán y están siendo martirizados. Esta es su elección, hija Mía. Mueren voluntariamente a manos de los malvados, ofreciéndose como sacrificios vivientes. Esta no es Mi Voluntad para ellos, sin embargo permito su libre albedrío. Reciben gracias increíbles en el momento anterior a su muerte para elegir a Cristo y dar testimonio de la fe. Su valor, heroísmo y fe convierten incluso a algunos de sus asesinos. Mis caminos no son vuestros caminos, hijos de Dios, y sin embargo comprendéis que siguen las huellas de su Señor y Salvador. No llores, hijita Mía. Es difícil, lo sé. Lo comprendo y, sin embargo, éste es el Calvario actual para la Iglesia. Hija Mía, pequeña Mía, haré llover gracias sobre Mis fieles. Obraré milagros en medio de vosotros, proveeré más allá de lo que podáis imaginar. No podéis daros cuenta plenamente de lo que esto será para vosotros, pero pronto se convertirá en vuestra realidad. Debo hacerlo, o todos perecerían. Tened buen ánimo. No te desesperes, pues estoy contigo. Te guiaré en el momento oportuno. Confía en Mí y permanece en estado de oración. Hija mía, cada uno de tus actos puede ser una oración. Haz todas las cosas con amor y en el amor. Ahora no lo parece, pero te aseguro que todo irá bien. Vive en el momento presente para que Yo pueda darte todo lo que necesitas ahora mismo y en cada «ahora». Hija mía, hija mía, tienes todo lo necesario y sabes lo que tienes que hacer. Pon las cosas en orden ahora y prepárate para los que te enviaré. No será inmediatamente, pero será pronto. Todo irá bien. Comencemos».

«Te bendigo en el nombre de Mi Padre, en Mi nombre y en el nombre de Mi Espíritu Santo. Id en paz. Id en amor. Sed misericordia, sed paz y sed alegría. Sí, sed alegría. Tened la alegría del Señor en vuestros corazones, sin importar las condiciones del mundo, pues estáis en el mundo pero no sois del mundo. Centraos en Mí. Los ojos en Mí, hija Mía. Sé consciente de todo lo que te rodea, pero no desesperes. Yo llevaré a cabo la Renovación. El Corazón Inmaculado de Mi Madre triunfará. Apóyate en Mí, en Mi Madre, en San José y en todos los santos que te he dado. Toda tu familia tiene ahora muchos ángeles asignados a ti (a todos vosotros), incluso los más jóvenes. Me complace la fe de tu familia. No temáis. Apoyaos y animaos los unos a los otros. Os aseguro que todo irá bien. De nuevo os digo: comencemos».

Amén, Señor. ¡Aleluya!