domingo, 12 de enero de 2020

Capilla de la Adoración, Fiesta del Bautismo del Señor

Hola, mi queridísimo Jesús. Es tan bueno estar aquí contigo en esta benditísima capilla que contiene el Santísimo Sacramento, donde Tú estás presente en Cuerpo, Sangre, Alma y en Tu Divinidad. Gracias por la Santa Misa y la Santa Comunión, Jesús. Feliz fiesta de Tu Bautismo, Señor. Gracias por adoptarnos y por hacernos hijos e hijas del Dios Vivo. Qué bendición y qué honor. Señor, por favor, cura a todos los enfermos y consuela también a sus cuidadores. Acompaña a los que van a morir este día, especialmente a los que no están preparados para su muerte. Señor, te ruego especialmente por (nombre omitido) y su padre que ha muerto. Consuélale y consuélale, Señor. Concédele el descanso eterno, oh Señor, y que la luz perpetua brille sobre él y que su alma descanse en paz. Señor, gracias por traer amigos santos a mi vida. Gracias por mi familia. Señor, conduce a todas las almas hacia Ti a través de Tu Santa Madre María. Trae a casa a los que están alejados de la Iglesia. Señor, ¿tienes algo que decirme?

«Sí, hijita Mía. Ruega por aquellos que no conocen Mi amor y que rechazan Mi amor. Ruega para que sus mentes y sus corazones se abran a la Buena Nueva. Reza para que se desprendan de los deseos mundanos y así tengan espacio en sus corazones para Mí».

«Ovejita mía, no sientas que estás sola, porque Yo estoy contigo. A veces piensas que estás aislada y esto no es verdad. Esto es una tentación. Escúchame. Yo estoy contigo. Reflexiona sobre esto especialmente cuando tengas periodos de tentación a dudar y cuando seas rechazada por los demás. Yo no te rechazo, hija Mía. Yo mismo fui rechazado. Sé lo que es esto, pues lo experimenté. El mundo no te comprende. Así es para todos Mis hijos que recorren el camino de la santidad. El mundo no Me comprendió a Mí ni a Mis discípulos. Considérate en buena compañía, hija Mía. No estás aislada, sino en una familia que te conoce y te ama. Ovejita mía, el tiempo se acorta. Lo digo porque es verdad. Se acorta desde una perspectiva espiritual y también metafísica. El mundo físico se alinea con el espiritual. Cuando se produjo la caída del hombre, el mundo cambió físicamente. Cuando las aguas del diluvio vinieron a ahogar el pecado, el mundo físico cambió. Cuando retrocedieron, el mundo cambió. Por eso la atmósfera era distinta para Noé después del diluvio. El mundo sigue cambiando mientras gime y gime por Mi Segunda Venida. Después de la Purificación, cambiará radicalmente. Durante la Era de Paz, el mundo se renovará y será hermoso. Ésta es la Voluntad de Dios. Hija mía, Yo mantengo el control como desde siempre, pues soy el Eterno. Soy todopoderoso. Mis planes siguen adelante, así que no te preocupes. Anima a los demás a estar preparados, pero no temerosos. Todo irá bien».

«Puedes irte, hija mía. Pronto hablaremos. Quédate en paz. Te bendigo en nombre de Mi Padre, en Mi nombre y en nombre de Mi Espíritu Santo. Id en paz. Sé misericordia, sé amor, sé alegría. Da Mi amor a los demás. Irradiad Mi amor y Mi paz».

Gracias, Señor. Amén.