martes, 1 de abril de 2014

La Gente Debe Tener Esperanza Para No Perderse Ante La Bestia.

- Mensaje nº 500 -

Hija mía. Mi querida niña. Ahí estás, Mi hija tan amada por Mí. Por favor, di hoy lo siguiente a los hijos de la tierra: Cuando la luz de vuestra tierra parezca desvanecerse, uníos en oración, Mis fieles seguidores, y Mi Espíritu Santo estará entre vosotros.

Los tiempos oscuros no durarán mucho, pero es imperativo que sigáis rezando, celebrando Mis Santas Misas -es decir, en secreto, pues vuestras iglesias estarán cerradas o en adoración a la bestia- , leyendo en vuestras Sagradas Escrituras y hablando a vuestros hijos -pues no comprenderán lo que está sucediendo- sobre Mí, Mi Segunda Venida y Mi Reino recién creado.

Dadles, a los más pequeños de entre vosotros, el rayo de esperanza que necesitan para no estar llenos de miedo -pues esto el demonio lo suscitará de la manera más terrible- y de tristeza.

Di a los que aún entonces no creen en Mí ni en Mi Palabra lo que sucederá, y que todo ha sido profetizado de la misma manera mucho tiempo antes, para que ellos también puedan convertirse todavía y Yo pueda llevarlos a Mi Nuevo Reino.

Diles entonces que este tiempo oscuro terminará en los 3 días oscuros que te han sido predichos y lo que vendrá después.

La gente debe tener esperanza, para no perderse ante la bestia que ejerce su poder en este tiempo y pone mucho terror, maldad y malicia en los corazones de los hombres, ¡para provocarlos también a acciones impías!

Hijos míos. ¡Permaneced fieles y devotos a Mí en todo momento! ¡Adoradme y rezad por vuestros hermanos y hermanas! ¡Amadme y adoradme! Ningún hijo que se entregue a Mí se perderá. Esto os lo prometo.

Hijos míos. Gran parte de toda la calamidad que se apoderará de vuestro mundo aún puede mitigarse e incluso evitarse. Así que rezad , Mis fieles seguidores, ¡y manteneos preparados para Mí!

¡Os quiero tanto! A todos los hijos de la tierra quiero llegar, regalarles Mi amor y cuidar de ellos, pero sólo a aquellos que vengan a Mí voluntariamente, se encomienden a Mí y confíen en Mí, podré regalarles Mis glorias que Me ha dado el Padre.

Os amo. Permaneced fieles a Mí.

Vuestro Jesús. Amén.

Hija mía. Haz que esto se sepa. Tu amorosa Madre del Cielo. Amén. Ve ahora.