viernes, 27 de septiembre de 2013

¡Con paciencia llegarás a comprender este misterio!

- Mensaje nº 287 -

Hija mía. Mi querido hijo. Aquí estás. Gracias por responder a Mi llamada y venir.

Hija Mía. Lo que te espera será hermoso para aquellos que permanezcan fieles a Nosotros, a Mi Hijo y a Dios Padre.

Es importante que Nuestros hijos lo sepan, porque quien no es fiel, quien se deja llevar y seducir, no podemos poner a sus pies estas grandes glorias , pues las pisotearía, porque su alma no es pura, sino que está manchada de pecado, y el demonio no deja de tentarle, y sólo el que es puro, resistiendo a las tentaciones y seducciones, podrá entrar en el Nuevo Mundo, donde el cielo y la tierra se unirán sin hacerse uno, y donde el amor del Señor y Su paz estarán con vosotros para siempre.

Hijos míos. Para comprender los misterios de este Nuevo Mundo se requiere paciencia y guía. Guía por Nuestra parte, porque sólo gradualmente os iniciaremos en estos misterios, ya que supera vuestra capacidad como hijos terrestres actuales para reconocer este misterio tal como es. Pacientemente y en perfecto amor os revelaremos más y más, pero también debéis tener esta paciencia y no interpretar «vuestras propias cosas» en este maravilloso misterio, porque sólo con paciencia aprenderéis a comprender este misterio en pasos muy pequeños.

Recuerda siempre que para Dios, Nuestro Padre, nada es imposible , porque Él es Todopoderoso, y posee la omnipotencia de formar todo como Él considere correcto y que sólo remotamente tiene que ver con tu mundo actual. Es decir, no es que ahora, cuando se abran las puertas de la Nueva Jerusalén, todo sea completamente distinto, porque seguiréis viviendo allí como hijos humanos, y sin embargo será distinto, porque no existe ni el pecado, ni el mal, ni efectos perturbadores.

Hijos míos. Creed y confiad. ¡Será sencillamente maravilloso! Llegaréis a ser perfectos y entonces, cuando hayáis alcanzado la pureza perfecta, ascenderéis a Dios Padre en Su Reino de los Cielos sin tener que morir.

Hijos míos. Será «fantástico» (vuestro lenguaje), ¡porque tal cosa no ha sido posible para vosotros aquí en la Tierra hasta ahora!

¡Hijos míos, regocijaos, porque Yo, vuestra Santa Madre del Cielo, sé de esta maravillosa fiesta que el Cielo reserva a quien ha alcanzado la pureza perfecta y es elevado al Cielo! Estad seguros de que así será, porque así lo ha planeado el Padre.

Hijos míos. ¡Vuestra alegría será grande! No lloraréis por un alma querida, como hacéis ahora, aquí en vuestra tierra, cuando «se os vaya», sino que os alegraréis con ella, porque sabéis de esta gran alegría que espera al alma en el Reino de Dios.

No confundáis el Nuevo Reino con el Reino de los Cielos, pues se trata de dos reinos diferentes, aunque conectados, pero en los que sólo pueden ir al Padre los que ya están con Él o los que han alcanzado ese grado de pureza y han sido elevados allí, al Reino del Padre.

Hijos míos. Éste es un tema muy complejo y os basta con saber que será absolutamente maravilloso en la Nueva Jerusalén, también llamada Paraíso. Así pues, haced un pequeño esfuerzo y preparaos, porque cuando Mi Hijo venga pronto a vosotros, debéis estar preparados y haberle dado vuestro Sí.

Hijos Míos. Nadie puede evitar este sí que no tenga el más profundo deseo de entrar en la condenación eterna, porque en cuanto os alejáis de vuestra tierra, sólo está Jesús o el demonio, y os desgarra y tira de vosotros. Te asalta, pero si dices Sí a Jesús, entonces pierde todo poder sobre ti y tiene que dejarte marchar, con Jesús. Así será ahora en la Tierra, pues en el día de la gran alegría debéis decir Sí a Jesús, pues de lo contrario vendrá el Adversario y os llevará al lago de fuego.

Hijos míos. Preparaos para Mi Hijo, porque sólo los que estén preparados recibirán este maravilloso regalo de la Nueva Gloria, tan gloriosa, y vivirán en la felicidad eterna con Jesús. Que así sea.

Venid a Mi Hijo, porque Él os espera.

Amén.

Tu amorosa Madre del Cielo. Madre de todos los hijos de Dios.