viernes, 16 de agosto de 2013

Vuestro mundo es malvado, pero a través de vuestra confianza en Nosotros estáis protegidos.

- Mensaje nº 234 -

"Hija mía. Mi querido hijo. Yo, tu San José, estoy aquí. Siempre estoy contigo, cuida también de tu esposo. Ten la seguridad de que todo irá bien y no te preocupes nunca. San Dimas está entre vosotros. Estate tranquila y serena. Estás protegida y amparada en todo". *

"Confía en Mi niña. Mi amada hija. Yo, tu Santo Padre del Cielo, velo por ti y por ti. Que así sea "*.

(*Mensaje durante el aumento del crimen organizado en esta zona) .

"Hija mía. Vuestro mundo es malvado, pero por vuestra confianza en Nosotros estáis protegidos. Díselo a Nuestros hijos, pues os amamos mucho. Yo, vuestra Santa Madre del Cielo, os cuido, pero debéis quererlo. A quien no Nos rece, a quien no Nos hable, no se le concederá la Protección Celestial, porque no la ha pedido".

"Debes decirnos que intervengamos, pues nunca actuamos contra tu libre albedrío. Díselo a Nuestros hijos, Mi amada hija. Yo, tu Santo Padre en el Cielo, espero ansiosamente la dirección de todos Mis amados hijos , pero muchos no dirigen su palabra a Mí, ni a Mi Santo Hijo. Venid a Nosotros, Mis amados hijos, y poned vuestra confianza en Nosotros. Vuestra vida será mucho más rica, pero no esperéis riquezas económicas. Esto no os traerá felicidad, alegría ni plenitud.

Mi riqueza, por el contrario, ¡te hace vivir! ¡Te permite ser feliz y estar lleno de alegría! Estarás rodeado de amor, y en el amor vivirás. Un amor que os llena, enriquece vuestros corazones y refresca vuestra alma. No conocéis Mis riquezas, porque si las conocierais, no querríais otra cosa.

Preguntad a los que lo han probado. Lo prueban una y otra vez, y cada vez se sienten más realizados. Viven sus vidas Conmigo, vuestro Padre Celestial, y Yo les regalo Mis riquezas, riquezas que les dan la verdadera alegría real, les elevan y les hacen felices y viven entre vosotros como hijos de Dios realizados.

Pídeles. Con alegría te informarán , pero sin preguntar puedes ver en ellos que están realizados y llenos de alegría incluso cuando les golpea un gran sufrimiento. Porque aceptan, se sacrifican y se declaran dispuestos a este sufrimiento y así ayudan a expiaros a vosotros, almas incrédulas y perdidas, para que vosotros también encontréis vuestro camino hacia Mí.

Convertíos, hijos Míos, y grande será la alegría de Mi Padre.

Os amo tanto.

Vuestro Padre que está en los Cielos.

Creador de todos los hijos de Dios y Creador de todo ser".

"Hija Mía. Haz que esto se sepa. Yo te amo. Tu Madre del Cielo".

"Amén, te digo esto: Quien no se vuelve hacia Nosotros, no podemos ayudarle.

Quienquiera que cierre su corazón a Nosotros, no podemos encontrarnos con él con amor, pues está cerrado a Nosotros, encerrado, y nada puedo hacer si no se encuentra Conmigo, pues respeto su libre albedrío, y esperaré a que se arrepienta y Me dé su Sí.

Entonces vendré a llenar su corazón y estaré a su lado en Todos los asuntos de su vida.

Que así sea.

Tu amoroso Jesús. Salvador de todos los hijos de Dios.

Amén".