lunes, 17 de junio de 2013

El Libre Albedrío.

- Mensaje nº 175 -

Hija mía. Mi querida hija. Sigue escribiendo para Nosotros, para Mí, tu Madre del Cielo y para Mi Jesús, Jesucristo, pues todavía Nuestra Palabra debe ser escuchada hasta el día de gran alegría en que Mi Hijo vendrá a ti y te liberará de las garras de Satanás de una vez por todas.

Mi niña. Mi querido hijo. Di a Nuestros amados hijos que se arrepientan. Sólo arrepintiéndose, cambiando su vida actual hacia el Eterno y Todopoderoso Dios, Nuestro Padre, serán purificados para entrar en la Vida Eterna a Su lado Divino.

Es muy importante que abráis vuestros corazones a Mi Hijo y le entreguéis vuestras vidas. En cuanto os volváis a Él, vendrá la ayuda. Dadle vuestro Sí, para que Él os guíe, y dadle Todo lo que sois y lo que tenéis, porque sólo así Él podrá cuidar de vosotros.

Respetamos el libre albedrío de cada uno, porque es voluntad de Dios Padre, y nunca haríamos nada que interfiriera en la creación de Dios Padre. Es decir, debes venir a Jesús por tu propia voluntad, pues es este libre albedrío lo que te distingue de los demás.

Algunos lo utilizan para ponerlo enteramente al servicio de Dios Padre, otros lo utilizan para ir contra Él, el Creador de todo ser, y lo utilizan para servir al diablo. ¿Por qué lo hacen? Porque piensan que Dios Padre, o Su Santo Hijo, Jesucristo, serían débiles y les esperaría un gran aburrimiento en la eternidad.

El diablo es astuto y se sirve de todo para atrapar a los hijos de Dios, y lo más peligroso es probablemente la forma encantadora que utiliza para halagar a los hijos de Dios. Sin embargo, sólo tiene éxito con los que no quieren saber nada de Dios Padre, porque nunca podrá atrapar a los hijos de Dios que están firmemente anclados en la fe.

La luz es más fuerte que las tinieblas, ¡y la luz triunfará sobre las tinieblas! Habéis oído esto mucho y a menudo, y sin embargo la mayoría no lo cree, pues los que utilizan su libre albedrío contra Dios Padre están sujetos a la creencia errónea de que el diablo triunfaría.

Todavía sólo ven lo que el diablo quiere que vean, pero pronto llegarán a conocer también el verdadero poder de Dios y de Su Santo Hijo, pero para muchos será entonces demasiado tarde. Otros simplemente no creen en nada. Los llamados ateos. Piensan que se bastan a sí mismos y que no necesitan un creador en el cielo ni un demonio. Rechazan ambos. Para ellos no hay nada después de la muerte -piensan-.

Pero, ay, hijos perdidos, si pudierais ver lo equivocados que «pensáis». Negáis a Dios Padre, negáis la existencia de la Vida Eterna, negáis cualquier vida después de la muerte, y negáis el infierno y no veis que vais directos a él, porque vuestra incredulidad es vuestro mayor enemigo y os traerá mucho, mucho sufrimiento y tormento.

Despertad, pues, todos vosotros, hijos Míos tan amados por Mí, y encontrad el camino hacia Dios y Su Santo Hijo. Quien no lo haga, quien continúe cerrándose en sí mismo, permanecerá excluido del Nuevo Paraíso creado para todos vosotros.

Quien no da su Sí a Mi Hijo, no puede ser salvado por Él, porque entonces usáis vuestro libre albedrío contra Él, y Él debe ver cómo perecéis, aunque quiere llevaros a Todos con Él a Su Reino de paz, amor, dicha y armonía eternas.

No obstruyáis vuestra eternidad y convertíos a Dios y a Mi Hijo. Entonces, Mis tan amados hijos, la profecía también se cumplirá para vosotros, y la cosecha en el Paraíso será vuestra.

Que así sea.

Vuestra amorosa Madre del Cielo. Madre de todos los hijos de Dios.