lunes, 7 de septiembre de 2020

Lunes 7 de septiembre de 2020

Lunes 7 de septiembre de 2020: (Día del Trabajo)

Jesús dijo: “Mi pueblo, la mayoría de ustedes están trabajando, jubilados o recibiendo algún beneficio. En sus años laborales hacen su mayor contribución a su sociedad, pero incluso las personas jubiladas trabajan en casa y ayudan a sus hijos y nietos. Hay dignidad en el trabajo, y en este tiempo tienen suerte de tener un empleo. Oren por los desempleados para que puedan encontrar suficientes ingresos para seguir adelante. Es bueno hacer uno último picnic con su familia que está creciendo. Les será difícil a sus hijos regresar a clases, ya que algunos estarán en casa con clases virtuales en internet. Oren por su sociedad para que encuentre paz y amor, incluso en medio de este virus pandémico.”

Jesús dijo: “Mi pueblo, sé que están horrorizados porque sus líderes demócratas estén permitiendo a las masas Antifa usar armas y bombas incendiarias para incendiar sus ciudades. Estos son matones comunistas que tienen un propósito intencionado de tomar su gobierno, e intentan desfinanciar la policía e incendiar las estaciones policiales. Sus líderes demócratas son simpatizantes comunistas utilizados para ayudar a llevar a cabo una toma de posesión de América. Esto no es solo para luchar contra su Presidente, sino que Antifa quiere quitarles sus libertades y convertir Estados Unidos en un estado comunista. Cuando su pueblo no tenga empleos en estas ciudades devastadas, ¿cuándo despertarán al ver que están siendo tomados por asalto sin oposición? Los pirómanos de Antifa se esconden detrás de protestas llamadas pacíficas, luego por la noche incendian sus edificios. Si su gente no despierta y lucha contra estas masas malvadas, tendrán ciudades devastadas sin negocios. En cierto punto, su gobierno tendrá que detener esta farsa y llamar a estas protestas lo que son: disturbios. Si sus líderes no pueden proteger a su pueblo, entonces deben ser despedidos y revocados por permitir esta destrucción. Si ustedes no permiten el orden público, no habrá seguridad en sus calles. Oren para detener las masas de destruir sus ciudades. Esos alcaldes que no detienen las masas perderán fondos del gobierno federal. Incluso podrían ver una guerra civil o la ley marcial. Si su vida está en peligro, llamaré a los míos fieles a mis refugios de protección.”