domingo, 23 de marzo de 2014

Domingo, 23 De Marzo De 2014

Domingo 23 de marzo de 2014: (Lydia Remacle murió a las 5:15 de la mañana)

Lydia (la madre de Carol) me comentó después de morir en la residencia de ancianos "En el cielo no hay discusiones. Por eso no debéis pelearos entre vosotros. Sólo existe el amor de Dios que nos envuelve. Me alegro de no tener que soportar más problemas respiratorios, síntomas de apoplejía y problemas de rodilla. Os doy las gracias a todos por haber estado junto a mi cama durante mis últimos días. Estoy feliz de estar con Camille, mi marido y todos nuestros familiares fallecidos. Le quiero de verdad, y ahora estamos todos en paz. Estoy recibiendo un impulso de Jesús para animar a toda la familia a rezar por todas las almas de la familia para acercar sus almas a Jesús. Quiero de verdad a toda mi familia más de lo que creéis, y os doy las gracias por cuidar de mí, no sólo en mi apoplejía, sino durante todos los años que estuve a vuestro cuidado. También quiero dar las gracias a todos mis cuidadores aquí en St. Ann y en el hospital, así como a los asistentes de la ambulancia. Doy las gracias a Carol y John, a Sharon y Dave, y a Donna y Herm por llevarme a comer y a cenar tantas veces, aunque no siempre quisierais hacerlo. Os doy las gracias por aguantarme en todos mis hábitos alimenticios quisquillosos. Por favor, llama a todos mis familiares vivos para comunicarles mi fallecimiento y lo mucho que los quiero a todos. Tened cerca las fotos mías para recordarme".

Camille, el difunto marido de Lydia, me hizo estos comentarios tras la muerte de Lydia: "Después de setenta años de matrimonio, estoy feliz de volver a estar con mi “Nena”. El espíritu de Lydia sigue en su cuerpo por un tiempo. Estoy aquí con Lydia y nuestros familiares fallecidos para consolarla en la transición de la vida en el cuerpo a la vida sólo en el espíritu. Seguiré haciéndote saber de mi presencia cuando veas encenderse la luz del comedor y cualquier otra señal en la que haya estado antes. Veo que su cuerpo vendrá junto a mí

en mi tumba, así que seremos compañeros en la vida y compañeros en el cielo. La vida fuera del cuerpo es pacífica y libre de todas las cosas terrenales".

Dijo Jesús: "Pueblo mío, en el Evangelio de hoy leéis cómo pedí a una mujer samaritana que me diera de beber agua del pozo de Jacob. La mujer se sorprendió de que un judío pidiera agua a un samaritano. Entonces le conté que había tenido cinco maridos y que ahora vivía con otro hombre. Le pregunté si quería Mi «agua viva» para no tener que volver a beber esa agua. Le hablé de recibir a Dios Padre, a Dios Hijo y a Dios Espíritu Santo en la Santa Comunión. Mencionó que el Mesías vendría a enseñar a la gente todas las cosas. Le dije que yo era Él. Ella corrió a traer a la gente para que Me escuchara, y creyeron que Yo era el Salvador, cuando oyeron Mis palabras. El recuerdo de tu esposa llevando la Sagrada Comunión a su madre, es similar a dar a la mujer del pozo Mi «agua viva». Alégrate de que Lidia venga al cielo en cuanto se complete su transición a su nueva vida".